El regreso parcial de los pasajeros a los aviones no ha generado un incremento equivalente en los ingresos de las líneas aéreas, debido a que un segmento clave continúa sin recuperarse: el de los viajeros de negocios.
De acuerdo con un estudio publicado por la consultora ICF, las tarifas promedio en los mercados domésticos de China y Estados Unidos continúan entre el 33.5 y 40% por debajo de lo que eran previo a la crisis por la pandemia del Covid-19 como consecuencia de un menor número de viajeros de negocios y de operaciones internacionales.
No se puede subestimar la importancia de los viajeros de negocio: en 2019, sólo el 12% de todos las personas que subían a un avión lo hacían en cabinas premium, de primera clase o business, sin embargo, representaban el 46% de todos los ingresos provenientes de boletos aéreos para la industria aérea.
lCF señaló que, en total, los viajeros de negocios representaban entre el 55 y el 75% de las ganancias totales de las compañías aéreas legacy a nivel mundial, y ahora este segmento ha desaparecido en gran medida debido al impacto de la pandemia y a la aparición de nuevas tecnologías que permiten llevar a cabo reuniones empresariales virtuales.
Mientras que algunos especialistas de la industria prevén que el segmento se recuperará y que las tecnologías de videoconferencias no podrán sustituir plenamente la confianza de llevar a cabo un negocio cara a cara, otros ven un futuro menos empresarial en los aires.
Ed Bastian, director general de Delta Air Lines señaló que los viajes de negocios podrían quedarse permanentemente entre el 10 y el 20% por debajo de los niveles que tenían previo a la crisis ocasionada por el Covid-19. Peter Harbison, director general emérito del Centro para la Aviación (CAPA) hizo una predicción similar en febrero de este año, asegurando que las aerolíneas legacy tendrán que cambiar su modelo de negocios porque este segmento no se recuperará totalmente.
“Los factores que están afectando la demanda del viajero de negocios y corporativo son la sustentabilidad económica y medioambiental. Conforme ambas vayan creciendo en la agenda corporativa, las compañías viajarán menos. Asimismo, las empresas han encontrado que las reuniones en línea son económicamente efectivas, lo que significa que se necesita volar menos y ser capaces de obtener los mismos resultados”, señaló Harbison durante una conferencia de prensa.
En contraparte, American Airlines permanece confiada de que habrá un repunte en el sector, señalando que 47 de las 50 cuentas corporativas más grandes de la aerolínea reanudarían los viajes de negocio este año, conforme se reabra la economía.
Todo este panorama deriva que “en el corto plazo, veremos a las aerolíneas de servicio completo redirigiendo gran parte de su capacidad en los mercados de placer, compitiendo directamente con las de bajo costo. Ya hemos visto una gran cantidad de ejemplos de esto sucediendo en los Estados Unidos”, señaló ICF.
Asimismo, conforme se recupere el tráfico de pasajeros, la industria aérea entrará en una era de alta competitividad y rentabilidad reducida, y las métricas que se usaban previo a la pandemia para determinar cuando la industria estaba fallando, consolidándose, creciendo o compitiendo, se están haciendo cada vez más opacas, por lo que la estabilidad para las líneas aéreas podría ser elusiva en los próximos años, finalizó la consultora.
Con información de A21.