El cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas ya están perjudicando a la economía mundial y, si no se controlan, sumirán a millones de personas en la pobreza al tiempo que aumentarán los precios de los alimentos y perturbarán el comercio y los mercados laborales, dijeron expertos de la ONU.
Un artículo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) concluye que queda “una breve y rápida ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos”.
El artículo deja en claro que el cambio climático está afectando al mundo más rápido de lo que los científicos preveían, mientras los países no logran frenar las emisiones de carbono que provocan el aumento de las temperaturas globales.
“Los daños económicos del cambio climático se han detectado en los sectores expuestos al clima, con efectos regionales en la agricultura, la pesca, la energía y el turismo, y a través de la productividad del trabajo al aire libre”, sostiene el artículo.
“Los medios de vida individuales se han visto afectados a través de los cambios en la productividad agrícola, impactos en la salud y la seguridad alimentaria, la destrucción de hogares e infraestructura, y la pérdida de propiedades e ingresos, con efectos adversos en la equidad de género y social”, añadió.
El artículo optó por no cuantificar el impacto en términos de producción global, señalando la amplia gama de estimaciones existentes basadas en diferentes metodologías. Sin embargo, dijo que el daño desproporcionado se sentiría en las economías más pobres y vulnerables.
“Se prevén importantes variaciones regionales en los daños económicos agregados del cambio climático, y los daños económicos per cápita estimados para los países en desarrollo suelen ser más elevados como fracción de la renta”, concluyó.
En lo que denominó un “escenario de alta vulnerabilidad”, estimó que 183 millones de personas más estarían desnutridas en los países de bajos ingresos debido al cambio climático para 2050.
El artículo se publica en un contexto de aumento de los precios de los combustibles y de la inflación que ha llevado a algunos políticos a resistirse a los esfuerzos por promover fuentes de energía más limpias, argumentando que hacerlo sólo aumentará el costo de la vida de los más pobres.
Con información de Forbes.