El mercado mayorista más grande de Latinoamérica, la Central de Abasto de Ciudad de México, busca convertirse en la granja solar urbana más grande del mundo tras la instalación de miles de paneles solares en las interminables filas de techos de sus naves comerciales.

El proyecto solar de 400 millones de pesos mexicanos (casi 20 millones de dólares) cubrirá la superficie superior del mercado que ocupa un terreno equivalente a unos 400 campos de fútbol, donde medio millón de personas acuden a hacer sus compras cada día.

El proyecto estará en funcionamiento a fines de 2022, con 36,000 paneles que suman una capacidad de 18 megavatios, según Fadlala Akabani, secretario de Desarrollo Económico capitalino.

El parque solar marca una rara iniciativa verde durante el periodo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha priorizado la producción de combustibles fósiles y la generación de energía a través de las estatales PEMEX y CFE.

De hecho, la CFE está a cargo del diseño de la planta solar en la capital y luego la operará.

El presidente ha expresado su rechazo hacia la actividad de las empresas privadas en el sector durante sus tres años de gestión y propuso una reforma que, de ser aprobada, dará mayor poder al Estado sobre la industria.

“El desarrollo de proyectos (solares) a gran escala ha estado en pausa durante más de un año», dijo Javier Romero, de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES). «¿Quién va a invertir sin garantías?”, se preguntó retóricamente.

La energía solar acaparó el 5 por ciento de la generación eléctrica mexicana el año pasado, según datos de la industria.

Sin embargo, esta generación fue mayor que la de su vecino, Estados Unidos, donde la energía solar aportó casi un 3 por ciento, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).

“Insuficiente”

Las administraciones anteriores a la de López Obrador se comprometieron a alcanzar un 35 por ciento de energía limpia para 2024, frente al 29 por ciento actual. Pero expertos consideran que llegar a ese objetivo es casi imposible con las tendencias actuales.

El proyecto de la Central de Abasto es una excepción.

El recinto donde se instalarán los paneles cuenta con 10,000 puestos que venden frutas, verduras y carne. Uno de ellos es el de Arturo Mesa, quien espera que los paneles reduzcan su factura luz.

“Pago 5,000 pesos mexicanos (unos 249 dólares) todos los meses. Eso es demasiado”, se lamentó.

Los paneles generarán más energía de la que consume el mercado, y ese exceso se pondrá a disposición de otras instalaciones como el metro de Ciudad de México, dijo José Alberto Valdés, un funcionario de alto nivel del gobierno capitalino.

Valdés agregó que se planea equipar con paneles solares techos de más mercados, pero no proporcionó detalles.

El vocero de la CFE, Luis Bravo, dijo que López Obrador también quiere impulsar la energía solar y puso como ejemplo el proyecto fotovoltaico a escala industrial de 1,600 millones de dólares que la firma ha diseñado para el estado norteño de Sonora.

Se espera que la instalación cubra 2,000 hectáreas y tenga una capacidad de generación anual de 1,000 megavatios, pero no estará listo antes de 2028.

Romero, de la ANES, argumentó que los proyectos en Sonora y Ciudad de México son importantes, pero no cubren el potencial que tiene el país en generación de esta energía.

“Estas no son cifras para presumir”, aseguró.

Con información de América Economía.