Dos años y un mes han pasado desde que se registrara el mayor impacto en el mercado laboral a causa de la suspensión de actividades económicas no esenciales debido a la pandemia de Covid-19, y que llevó a 12.7 millones de personas a dejar su empleo, y la brecha laboral no ha logrado recuperarse del todo.
Los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación Empleo (ENEO) revelan que el 21.9 por ciento de la fuerza laboral potencial del país necesita un empleo, todavía por arriba del nivel de 19.8 por ciento reportado en marzo de 2020. Esto implica que en la actualidad hay 2.3 millones de personas más en esta situación, para llegar a un universo de 14.7 millones de personas.
La brecha laboral mide la necesidad más amplia de empleo en el mercado, ya que considera a las personas desocupadas, a las inactivas disponibles para trabajar y a las subocupadas, es decir, quienes tienen jornadas reducidas y la necesidad de laborar más tiempo.
Este indicador de déficit de empleo llegó a un nivel máximo histórico de 52.9 por ciento de la fuerza laboral potencial en mayo de 2020 y se ha reducido gradualmente; en abril de este año tuvo un repunte respecto a marzo, cuando fue de 21.5 por ciento. Sin embargo, los niveles reportados todavía se encuentran por arriba de lo observado antes de la pandemia.
El máximo histórico anterior para este indicador, el cual el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) denomina “tasa de subutilización de la fuerza de trabajo”, se registró durante la crisis financiera global de 2009, en el mes de mayo, cuando se ubicó en un nivel de 26.4 por ciento.
Todos los componentes que conforman la medición de la brecha laboral tuvieron un aumento en abril, lo que llevó a que medio millón de personas se sumaran a la necesidad de empleo. La población desocupada aumentó en 71 mil 046 personas; la inactiva disponible para trabajar, en 69 mil 396 personas, y, la subocupada, que reportó el mayor incremento, en 433 mil 537 personas.
A pesar de los avances del mercado laboral en general durante el cuarto mes del año, los indicadores complementarios, destacó Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex, “no tuvieron la misma mejora, lo que derivó en un crecimiento de la brecha laboral de 574,000 personas. El indicador se ubicó en 21.94 por ciento de la PEA extendida y subió gracias al crecimiento de subempleo desde 4.77 por ciento hasta 5.20 por ciento y del desempleo encubierto desde 7.67 por ciento hasta 7.74 por ciento”.
Uno de los efectos principales de la pandemia en el mercado laboral ha sido el aumento de la inactividad laboral, en especial del renglón que abarca a quienes se encuentran desalentados para encontrar un empleo. Este grupo abarcó en abril a 7.7 millones de personas, un aumento de 33.6 por ciento respecto a lo reportado en marzo de 2020.
En sus reportes sobre el impacto de la Covid-19 en el mercado laboral, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha reiterado que “el aumento del nivel de inactividad es una de las principales consecuencias de la actual crisis laboral, en la que es necesario hacer hincapié en el plano político”.
En economías como la mexicana, destacó el organismo, la brecha laboral sigue siendo superior respecto a lo reportado antes de la emergencia sanitaria, en niveles de hasta cinco puntos porcentuales, lo que complicará más la recuperación plena del empleo.
“Estas cifras indican que la recuperación de las horas trabajadas ha ido acompañada de un fuerte repunte del empleo en las economías avanzadas, ya con el regreso de la población al mercado laboral, mientras que en los países de ingreso mediano persiste el déficit de ocupación. Estas tendencias se reflejan en las variaciones de las tasas de inactividad en estos mercados laborales”, detalló la OIT.
Con información de El Economista.