México y Corea del Sur han aumentando y fortalecido su relación comercial en las últimas décadas, y 2022 no será la excepción.
En marzo, ambos países iniciaban las negociaciones formales para concretar un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral y cuatro meses después, el gigante tecnológico Samsung ya perfila inversiones en México.
El canciller Marcelo Ebrard anunció en su cuenta de Twitter que la empresa coreana invertirá 500 millones de dólares en Querétaro y Tijuana para aumentar la producción de electrodomésticos.
Samsung es una de las 2 mil 500 empresas con inversión coreana en México; junto con Kia, LG y Hyundai son las que más invierten en el país. En 2021, la inversión coreana alcanzó los 7 mil 400 millones de dólares, dijo el embajador de Corea del Sur en México, Suh Jeong-in.
Ser parte del T-MEC y la vecindad con Estados Unidos hacen de México un país atractivo ahora que el mundo vive una época de relocalización de empresas y cadenas de suministro (reshoring); además el país tiene una gran red de tratados comerciales, así como de promoción y protección recíproca de inversiones, mano de obra de calidad y el tamaño de mercado, lo que Ari Ben González Saks, líder de desarrollo de nuevos negocios para Asia de EY México, llamó “factores locales de atracción de inversión extranjera”.
“México se ha convertido en un centro de producción para los mercados de América del Norte. De igual manera, la demanda de productos agropecuarios mexicanos, como aguacates y carnes, incrementa día a día, lo que implica un aumento en las importaciones de minerales y petróleo mexicano de Corea debido al alza en los precios de las materias primas”, afirmó el embajador Suh Jeong-in.
De concretarse el tratado, la llegada de productos mexicanos a Corea será más justo, particularmente en el sector agro. Mientras 85 por ciento de los productos que importa México del país asiático lo hacen sin pagar aranceles -por mecanismos de promoción de exportaciones, como programas sectoriales-, solo 20 por ciento de lo que Corea del Sur le compra ha México lo hace libre de arancel.
El arancel que pagan productos como carne, carne de res, aguacate, plátano, cerveza, limón y jugo de naranja va de 25 a 68 por ciento, de acuerdo con cifras que compartió Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, a Expansión en marzo pasado.
No todo es miel sobre hojuelas, pues la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) externó su preocupación por las negociaciones, alertando una posible amenaza de remplazar las cadenas de suministro, afectando la inversión y el empleo en México.
Corea busca ganar “mucho más terreno” en las manufacturas y bienes industriales de alto valor agregado, principalmente, de exportación, señalaron los industriales en un comunicado.
La negociación de un tratado con el país asiático “nos aleja del ideal del T-MEC y la reconstrucción de las cadenas regionales de valor”, agregó la CONCAMIN.
Para evitar un escenario como este, señaló Janneth Quiroz, subdirectora de análisis de Monex, el proceso de negociación será clave. Sin embargo, destacó que México tiene expriencia en el tema, destacando, como ejemplo, el caso del TLCAN.
“En algún momento se llegó a comentar que, de los tres equipos –México, EU y Canadá–, México parecía que era el que estaba mejor preparado”, dijo.
Claudia Esteves, directora general de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), mencionó que todo tratado de libre comercio es positivo. “Cualquier tratado que incentive o que motive más comercio es favorable, porque si hay más comercio, hay inversión”, señaló.
Con información de Revista Expansión.