El Gobierno de México cuenta actualmente con 30 Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) firmados alrededor del mundo, por lo que muchas de las empresas del sector energético que no pertenezcan a la zona de América del Norte, también cuentan con la posibilidad de contar con un mecanismo de solución de diferencias.
Entre los países con los que México firmó APPRISs se encuentran Alemania, China, Corea, España, Francia, Italia, Países Bajos, Reino Unidos, Suecia, Turquía, entre otros.
“Estos tratados prevén un mecanismo de solución de diferencias inversionista –Estado cuando se contravenga alguna disposición de estos APPRIs y se haya causado un daño a las inversiones de los inversionistas”, se puede leer en el portal de la Secretaría de Economía.
César Guerra, director de Trade & Access Consulting, señaló en entrevista que cada uno de estos acuerdos para proteger las inversiones extranjeras son distintos entre sí, por lo que no es igual el firmado con España o el de Francia, pero si es una opción con la que cuentan empresas como Iberdrola.
“Podrían utilizar el acuerdo bilateral de inversiones si sienten que sus inversiones están siendo perjudicadas por medidas del gobierno mexicano. Ellos podrían activar las disposiciones que hay en esos acuerdos bilaterales de inversión para ver si tienen un caso y hacer un reclamo”, dijo.
El especialista señaló que esta podría ser una opción para las empresas que no pertenecen al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sobre todo las que tienen origen europeo.
Según la Secretaría de Economía, los cuatro países que más invierten en el sector energético mexicano son Estados Unidos (Sempra LNG), España (Iberdrola), Canadá (Pelican) e Italia (Enel).
César Guerra agregó que, aunque ya terminaron las negociaciones del nuevo Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), todavía tardará tiempo en entrar en vigor, por lo que aún está vigente el tratado firmado en el 2000.
“Sin embargo, el acuerdo vigente con la Unión Europea no tiene un apartado de inversión ni uno sobre empresas comerciales del Estado, capítulos en los que Estados Unidos y Canadá han podido ejercer sus demandas”, dijo.
El especialista indicó que las negociaciones del nuevo tratado comercial entre Reino Unido y México podrían dificultarse, ya que también se pretende firmar con ellos un tratado muy similar al T-MEC, “México tendría que definir si va a echar marcha atrás este tipo de concesiones que se dan en los acuerdos de nueva generación, como lo es la apertura a la inversión extranjera”, apuntó.
Con información de El Economista.