La inflación a los consumidores continuó imparable en el mes de julio, en donde alcanzó un nivel que no se veía desde finales del 2000, de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el séptimo mes del año, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se volvió a acelerar y alcanzó un nivel de 8.15 por ciento anual, el mayor desde hace más de dos décadas, luego de que en diciembre del 2000 los precios se incrementaran en 8.96 por ciento.
La inflación en julio se ubicó ligeramente por arriba de la proyección del mercado, el cual esperaba que los precios se aceleraran en 8.13 por ciento, de acuerdo con el sondeo de Reuters.
El dato dejaría la puerta abierta para que Banco de México (BANXICO) continúe con el endurecimiento de su política monetaria, por lo que se espera que, en su próxima reunión, el jueves, incremente su tasa en otros 75 puntos base.
En lo que va del año, la inflación ha sido el dolor de cabeza a nivel mundial. Impactada por los choques de oferta por la pandemia, los precios empezaron a incrementar aún más luego del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lo que ha disparado los precios de los energéticos y los granos.
Esto ha llevado a que varios organismos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), adviertan de los efectos adversos de los altos niveles de inflación en la economía y, sobre todo, en la población de menores recursos, a la vez que los bancos centrales han incrementado sus tasas de interés para intentar contener los niveles.
En México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), en donde a través de diversas medidas espera estabilizar el precio de productos que fueron considerados en una canasta básica, como el huevo, pollo, naranja entre otros.
No obstante, instituciones y analistas han mencionado que el impacto del PACIC sería limitado, a la vez de que han advertido de que la inflación aún no ha alcanzado su pico.
Aumento generalizado
El informe del INEGI mostró que, nuevamente, el aumento en los precios se dio de manera generalizada; no obstante, los precios de las mercancías continúan como la mayor presión para los bolsillos de los mexicanos.
El índice subyacente, que elimina de su precio los productos y servicios con precios más volátiles, mostró una tasa de 7.65 por ciento anual.
Lo anterior se debió a que las mercancías vieron un incremento en su precio de 10.07 por ciento, explicado principalmente por un aumento de 12.07 por ciento del rubro de los alimentos, bebidas y tabaco.
En el caso de la inflación no subyacente, esta se ubicó a una tasa anual de 9.65 por ciento. Dentro de este índice, los productos agropecuarios se encarecieron en 16.05 por ciento, mientras que los energéticos y tarifas de gobierno en 4.76 por ciento.
Con información de El Economista.