La incompatibilidad de esquemas aduanales utilizados por la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha generado severos problemas de competitividad en la industria automotriz por el aumento de costos administrativos y las operaciones que han sido detenidas durante los últimos 10 días.
Los inconvenientes han escalado a tal grado que el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, solicitó a Horacio Duarte que los programas de Aviso de Cruce y el Documento de Valor Comercial (DVC) se unifiquen con los procesos legales, “ya que no dan certeza jurídica, ni tienen comunicación con la información histórica y vigente registrada en los sistemas a cargo del SAT”.
En una carta enviada el 17 de agosto, Zozaya pidió que ambos organismos tengan una mejor comunicación y que otorguen a los agentes aduanales un plazo de pruebas e implementación mínimo de seis meses “y de ser posible queden a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”.
En el documento, del cual envió una copia al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; a la titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, y a la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, Zozaya enlistó siete problemas generados a los importadores y exportadores mexicanos de autos ligeros como el bloqueo de patentes, incremento de costos por trámites adicionales, estancamiento de mercancías en aduanas, falta de instructivos y lineamientos claros.
Sobre el Aviso de Cruce, la AMIA señala que durante los últimos diez días sus asociados presentan un parón de operaciones porque las patentes de los agentes aduanales con quienes importaron o exportaron sus mercancías se encuentran “bloqueadas, porque el SAT está esperando el cierre de operaciones supuestamente pendientes”.
Dicha situación implica que los importadores y exportadores de autos, tras pasar por el trámite de Aviso de Cruce, cuenten con un documento modulado por la ANAM, “que no tiene estatus en el sistema del SAT, por falta de comunicación entre ambos sistemas, generando responsabilidades para el agente aduanal y los usuarios”.
A la mercancía detenida en aduanas, se añade que los nuevos programas impuestos por la agencia encabezada por Horacio Duarte han incrementado los costos en el comercio exterior para las empresas mexicanas que se ven obligadas a realizar trámites adicionales por la declaración de cada vehículo, el acceso al recinto fiscal y el despacho de las mercancías.
De acuerdo con la carta emitida por la AMIA, estas condiciones terminan “afectando la logística y competitividad de la industria en lugar de simplificar el procedimiento de las operaciones de comercio exterior”, lo cual se contrapone a la propuesta que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Washington en julio, cuando propuso una mayor apertura comercial.
En lo que respecta a la implementación del Documento de Valor Comercial, José Zozaya, señaló que sus asociados “sólo están autorizados a generar el Comprobante de Valor Electrónico, ya que el DVC no existe en las reglas aduaneras vigentes por la SHCP y el SAT.
De igual manera se pide que la ANAM emita lineamientos aplicables a la industria automotriz y que se genere un instructivo de llenado “que especifique campo por campo las reglas de negocio” para que los asociados de la AMIA puedan cumplir con los criterios de validación mundialmente aceptados en las Reglas Generales de Comercio Exterior y sus Anexos.
Desde el 5 de agosto, MILENIO publicó un oficio que envió la titular del SAT, Raquel Buen Rostro, y a Horacio Duarte, para que frenara la aplicación del Aviso de Cruce para evitar graves problemas al comercio exterior, desbalances fiscales y riesgos de seguridad nacional.
De acuerdo con cifras del SAT, en el primer semestre del año se registraron 5.06 millones de pedimentos hechos por los agentes aduanales, la mayor cifra en lo que va de los últimos cinco años y que registró un impulso importante desde que el 1 de agosto pasado se implementara el programa Aviso de Cruce.
Los procesos más afectados por la falta de coordinación entre la ANAM y el SAT han sido las importaciones, pues suman 3.62 millones de operaciones detenidas por todos los productos que han intentado cruzar nuestras fronteras; mientras que las exportaciones mexicanas han reportado un parón de 1.44 millones de envíos al exterior.
El número total de peticiones detenidas en años anteriores se comportó de la siguiente manera: en 2021 sumaron 4.85 millones, mientras que en 2020 la cifra fue de 4.05 millones; en 2019, 4.63 millones, y en 2018 fue de 4.61 millones.
Con información de Milenio.