Las discrepancias entre la Agencia Nacional de Aduanas (ANAM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) sobre el aviso de cruce (AVC) están generando fricciones y encareciendo los costos en el flujo de mercancías que entran y salen del país, de acuerdo con expertos en la materia.
Erick Trejo Rojas, socio director de la firma de consultores TREID Comercio exterior, dijo a El Financiero que si bien el AVC promete ser una herramienta muy buena para facilitar el comercio, por ahora tiene varios problemas que está retrasando la entrada y salida de mercancías en los cruces fronterizos.
“La misma ANAM avisó que están pasando los camiones con el TAG y con el AVC pero no se están registrando como modulados los pedimentos, entonces eso está creando retrasos, porque no presentar un pedimento modulado y 30 días después de que no se modula, la patente aduanal se bloquea”, comentó.
En este sentido, Trejo Rojas señaló que tienen casos de clientes donde no ha funcionado el AVC, y sumado al déficit de los transportes, encarece los costos para los importadores.
Por ley el puerto permite siete días libres de almacenaje, pero a partir del octavo se empieza a cobrar por cada día extra.
“Normalmente las mercancías salen de Manzanillo en siete días tratando de evitar los almacenajes, pero en ocasiones llegan los buques y con los nuevos procedimientos nos tardamos hasta 15 días. Esto comienza a ser una problemática porque son entre 3 mil y 6 mil pesos por día, entre pesos y dólares”, aseguró.
Sistema para el cruce de mercancías tiene problemas de conexión
Por su parte, Salvador García Pérez, consultor en comercio exterior y aduanas, comentó que el AVC ha tenido problemas de conexión con los sistemas de la aduana al no registrar toda la información, por lo que los pedimentos quedan en el limbo.
“Para el SAT el pedimento está pagado, pero no está modulado, aunque físicamente la mercancía ya haya salido de las aduanas, esto es un problema muy grande, además de que hemos visto bloqueo de patentes y pedimentos no reconocidos”, señaló.
García Pérez agregó que, al no haber comunicación con el SAT, muchos pedimentos que ya estaban pagados tuvieron que volverse a pagar, o rectificar, para evitar que estos pedimentos se bloquearan, entonces las empresas hicieron un pago extra para que no se pongan los candados y frenen sus operaciones.
“Estas dos semanas han sido de extra-costos para importadores y exportadores porque desafortunadamente la autoridad no tuvo el atino de resolver la comunicación. Se ha visto rebasado el tema por costos de almacenaje de mercancías que no han podido salir, porque el sistema no las reconoce que ya están despachadas”, aseguró.
El experto puntualizó que actualmente estamos en un momento económico complicado por el tema de la inflación y aunque existe un decreto en la canasta básica que elimina el arancel de productos básicos, eso no ha frenado la inflación.
“Si a esto le sumamos el sobrecosto de pagar por aduanas para que no bloquee mi operación pues saca del mercado los productos de los importadores que ya tienen un previo análisis de costos”, puntualizó.
Con información de El Financiero.