Amnistía Internacional (AI) y la Alta Comisionada interina de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) rechazaron “categóricamente” la aprobación en el Senado mexicano de la reforma que pasa al Ejército el control de la Guardia Nacional por considerar que eso generará más violaciones a los derechos humanos en el país.
“Amnistía Internacional rechaza categóricamente la decisión de las y los senadores de legalizar la militarización de México”, señaló el organismo en un comunicado. Dijo que la aprobación de la iniciativa que formaliza la adscripción de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa (SEDENA), haciendo oficial su carácter militar por parte del Senado de la República, “representa un atroz acto que pone en riesgo la garantía de los derechos humanos en México”.
Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de AI México, indicó que en los últimos 16 años se han visto “los desastrosos” resultados de la militarización de la seguridad pública en México y por ello llamó al Ejecutivo a diseñar un plan de retiro progresivo de las Fuerzas Armadas de las calles.
Por su parte, la Alta Comisionada interina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Nada Al-Nashif, expresó también su preocupación por la aprobación de esta reforma y consideró que es un “retroceso” para la seguridad pública basada en los derechos humanos.
“Es preocupante que las reformas aprobadas no incluyan ninguna disposición que garantice la supervisión civil de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que plantea preocupaciones adicionales en materia de derechos humanos, incluso sobre la rendición de cuentas”, declaró Al-Nashif en un comunicado.
Asimismo, hizo un llamado a las autoridades mexicanas a reforzar la supervisión civil en el sector de la seguridad “en consonancia con las normas de derechos humanos”.
Con información de América Economía.