La calificadora Moody’s no prevé modificar la nota soberana del país en lo que resta del sexenio, al reconocer que se tiene fortaleza en la política monetaria y fiscal.
“México ha sido resistente a las presiones negativas que habíamos observado y creemos que van a persistir por lo menos para los próximos dos años. Creemos que el escenario base que tenemos ahora, que contemple la posibilidad de una aceleración económica y algo de deterioro en cuanto a las métricas de deuda y fiscales del gobierno son consistentes con esta calificación por lo menos lo que resta del sexenio”, comentó Renzo Merino, analista principal de Moody’s.
Durante el foro LatAm México 2022, el experto recordó que tienen calificado a México con Baa2 con perspectiva estable, dos peldaños dentro del grado de inversión. Lo que indica que el balance de riesgos que existen al alza y a la baja, es decir, el perfil crediticio del país en los próximos 12 a 24 meses se mantendrá alineado con esta nota.
“Para perder el grado de inversión tendríamos que ver cambios bastante pronunciados en cuanto a algunos aspectos que son actualmente fortalezas de México, como por ejemplo el manejo fiscal, que cuando lo comparamos con otros países con la misma calificación es una fortaleza”, explicó.
Detalló que en el caso de observar eventos que podrían cambiar materialmente las consideraciones en las que se apoyan su escenario base, se convoca un comité de calificación soberana para determinar si todavía existen las condiciones consistentes con el Baa2, lo que sucedería primero es un cambio en la perspectiva y luego evaluar si hay con condiciones para modificar la calificación.
Renzo comentó que por el lado institucional todavía observan compromiso de las autoridades de contener los desbalances macroeconómicos y tratar de evitar su deterioro.
Con respecto a las condiciones macroeconómicas, el analista de Moody’s advirtió que las previsiones para 2023, del Paquete Económico, son demasiado optimistas y de no cumplirse presionaría las perspectivas de la calificación.
“Nosotros esperamos un crecimiento del 1.0 por ciento y el consenso del mercado está cerca del 1.5 por ciento… el gobierno de México tiene el doble, lo que puede complicar las cosas por el lado de los ingresos”, sostuvo.
Nearshoring, con potencial
El analista de Moody’s anticipó que la relocalización de empresas en México, conocido como nearshoring será un factor que eleve el PIB a un nivel de 3 por ciento y con ello mejoren las perspectivas del soberano.
El experto dijo que la relocalización se concentra sobre todo en el norte de México, a donde están llegando firmas sobre todo del continente asiático.
“Si hubiese un cambio real en la tendencia de que se acelere el nearshoring para México, podríamos estar hablando de un crecimiento más cercano al tres por ciento”, explicó Merino.
“Eso le daría mucho más espacio al gobierno para mantener las cuentas fiscales en niveles ordenados y métricas de deuda estables en niveles mejores que los pares”, manifestó en rueda de prensa.
Alertan de estanflación mundial
Los altos niveles de inflación en Estados Unidos y presiones en los precios de los energéticos en Europa podrían llevar a un escenario de estanflación en el mundo, advirtió Gersan Zurita, vicepresidente senior de Estrategia de Moody’s Investors Service.
Durante el foro LatAm México 2022, el experto manifestó que una estanflación es peor noticia que una recesión, pues se conjugan una elevada inflación y baja actividad económica.
“Podrían juntarse dos males, una inflación más persistente y una desaceleración pronunciada de producción y actividad económica”, dijo.
Zurita enfatizó que la inflación ha persistido por mucho más tiempo de lo que se anticipaba desde al año pasado hasta la fecha, también se ha mantenido más alta de lo esperado, incluida la inflación en Estados Unidos.
Díaz de la Garza, CEO de Moody’s Investors Service, agregó que el incremento de las tasas de interés y la inflación son un “juego peligroso”, porque frena el crecimiento económico de las regiones, reduce los flujos de inversión extranjera directa y pega en el bolsillo de todos los consumidores.
“Con la inflación elevada, los bancos centrales cada país han tratado de frenar la inflación incrementando las tasas, pero es un juego peligroso”, expresó.
Con información de América Economía.