De los 24 artículos de la canasta básica de PROFECO, 16 registraron alzas en sus precios entre mayo y octubre pasados, según un monitoreo del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) en la Ciudad de México y área metropolitana.
Destacaron los incrementos en el jitomate (68.6 por ciento), la papa (51.0 por ciento), el papel higiénico (22.2 por ciento), la cebolla (18.4 por ciento), el aceite comestible (9.8 por ciento) y el huevo (9.1 por ciento), de acuerdo con un reporte de la consultora.
Al inicio del plan gubernamental para contener la alta inflación, 4 de mayo, el precio promedio del jitomate en tiendas de autoservicio y mercados era de 19.07 pesos por kilo, y para el 28 de octubre subió a 32.15 pesos, un aumento de 68.6 por ciento.
El precio promedio del kilo de papa subió 51 por ciento a 36.05 pesos y el de la cebolla se elevó 18.4 por ciento a 40.51 pesos.
En el comparativo del GCMA se aprecia que en solo un tercio de los productos de esa canasta bajaron los precios. El limón descendió 43.5 por ciento; el paquete de pasta para sopa, 11.1 por ciento; la manzana, 9 por ciento; el bistec de res, 8.6 por ciento; el chile jalapeño, 4.8 por ciento; el pollo entero, 4.7 por ciento; la zanahoria, 1.8 por ciento, y la leche, 0.2 por ciento.
De esos productos sobresale el caso del limón, que de 48.44 pesos por kilo descendió hasta 27.38 pesos en días recientes.
La señora Juana, ama de casa y costurera, dijo que desconocía el programa del Gobierno, “y si existe, ni ha funcionado porque todo está bien caro”.
“Imagínate, pagar a diario 22 pesos por la tortilla, 48 pesos del huevo y el (garrafón de) agua ya subió a 15 pesos, ahí ya casi son 100 pesos (…), es casi lo que gano al día. ¿Dónde quedan los demás alimentos? No nos da”, manifestó.
Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, recordó que en la cadena de distribución de productos agropecuarios del campo al consumidor final, los comercializadores finales son quienes obtienen mayores utilidades, y justo ahí es donde hay espacio para disminuirlas con el fin de beneficiar a la población.
Alzas por fin de año e influenza aviar
A escasas semanas de concluir el año, los principales riesgos de que los precios de los alimentos continúen su escalada son la cuesta de diciembre-enero y las amenazas sanitarias por la influenza aviar en Estados Unidos.
Anaya enfatizó la importancia de que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y los avicultores tomen adecuadas medidas de bioseguridad ante los brotes de influenza aviar, pues en Estados Unidos ya se han sacrificado a unos 47 millones de aves.
“Es importante el trabajo que hace SENASICA junto con las empresas avícolas para que esta enfermedad no nos pueda afectar la producción de pollo y principalmente de huevo, que podría provocar una menor oferta y aumento de precios”, advirtió el director general del GCMA.
Con información de 24 Horas.