La economía mexicana registrará un crecimiento de 1.1% en el 2023, que incorpora una desaceleración desde el 2.9% que prevén conseguirá el Producto Interno Bruto (PIB) de este año, según expectativas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Esta es la primera vez que la Comisión presenta una expectativa puntual de crecimiento para el año próximo, que es ligeramente inferior al 1.2% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ambas previsiones están lejos del 1.6% proyectado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Durante la presentación del Balance Preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, el secretario ejecutivo de la Comisión, José Manuel Salazar Xirinac sostuvo que la actividad económica registrada en 2021 y 2022, fue un rebote tras el choque que sufrimos en 2020. “Tuvimos desempeños extraordinarios pero en 2023 regresaremos todos a nuestra normalidad”, resaltó.
“En 2023 estamos volviendo desgraciadamente a nuestra normalidad. Por eso es que insistimos tanto en los cambios estructurales, por eso hemos insistido en que trabajen el tema de la desigualdad, del crecimiento, del rezago educativo, en atraer inversiones”, expuso.
El funcionario explicó que ninguna economía está destinada al progreso sin hacer nada. El crecimiento se tiene que construir y sin asumir los temas estructurales “las cosas se pueden poner peores”.
En la misma conferencia, el jefe de la División de Desarrollo Económico de CEPAL, Daniel Titelman subrayó que están proyectando una desaceleración de México para 2023, que está vinculada al impacto de un proceso similar en Estados Unidos, que es el agente de demanda más importante para México.
Ambas economías, Estados Unidos y México, registrarán una desaceleración pero no vemos una contracción, subrayó.
“Un crecimiento de 1.1% para 2023 es positivo, pero bajo. Y las autoridades económicas tienen el gran desafío de mejorarlo con cambios estructurales que fortalezcan el atractivo y de los inversionistas, tal como lo ha descrito el Secretario Ejecutivo”.
Titelman reconoció que las remesas para la región y para México en particular han sido un determinante para la demanda interna y destacó su resiliencia tras la pandemia.
El funcionario comentó que si las remesas mantienen el comportamiento de otras crisis, se esperaría que sigan entrando en importantes volúmenes lo que también será favorable para el consumo.
Con información de El Economista.