A pesar de que el nearshoring ya es una realidad en México, esta atracción de inversiones no evitará que la economía se desacelere significativamente en 2023 y tal vez también en 2024, debido a la recesión por la que pasa Estados Unidos, consideró Bank of America (BofA).
La institución financiera explicó que, si bien la relocalización ayuda principalmente al sector manufacturero en la República Mexicana, esta situación en Estados Unidos afectará al país de manera más amplia a través de una baja en el comercio exterior y las remesas.
“Las tasas de interés mucho más altas en México también desacelerarán la actividad en México (principalmente a través del canal del tipo de cambio). De hecho, es más probable que el impulso del nearshoring se refleje en presiones sobre los precios que en un crecimiento cíclico este año”, afirmó.
De acuerdo con el documento “Las 5 preguntas (macro) principales para 2023”, la deslocalización cercana debería ayudar al peso, en el margen, ya que las empresas que se mudan a al territorio nacional continúan demandando pesos.
Según los pronósticos del banco, se prevé una contracción de 0.5% para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, así como una de 0.4% para el de Estados Unidos.
BofA consideró que es muy probable que la economía mexicana entre en una recesión en 2023, debido a que Estados Unidos enfrentará este mismo problema, las altas tasas de interés y apoyo fiscal limitado.
En este sentido, la institución precisó que los dos principales canales de transmisión entre ambas naciones son las exportaciones de México al territorio estadounidense, así como las remesas que envían los connacionales desde la unión americana.
“Las exportaciones ya se han desacelerado y es probable que tengan una tendencia a la baja en los próximos meses, ya que las importaciones de bienes intermedios ya están cayendo. Y las remesas también se han desacelerado significativamente en los últimos meses”, detalló.
Sin embargo, Bofa consideró que hay algunos mitigantes: para las exportaciones, la demanda reprimida de automóviles en los Estados Unidos debería ayudar; en el caso de las remesas, también podría contribuir un aumento potencial de la migración. Pero los riesgos en ambos casos son a la baja, en particular para las remesas, dijo.
Además, la firma expuso que las tasas de interés más altas en México y el apoyo fiscal limitado también desempeñarán un papel en la recesión, al menos al no brindar apoyo contracíclico, ya que la política monetaria y fiscal podría amplificar el shock externo (como durante la pandemia).
El nearshoring es una realidad, pero las energías limpias son clave
Si bien BofA explicó que el nearshoring es una oportunidad de por vida para la economía mexicana, hay algunos desafíos que el país debe superar para capitalizar completamente esta oportunidad, de los cuales el más importante es la energía.
“México necesita aumentar su suministro de energía limpia y confiable, ya que este es un insumo fundamental para las empresas que buscan mudarse. La evidencia anecdótica apunta a que las empresas tienen dudas sobre la disponibilidad (y confiabilidad) de suficiente energía en México en los próximos años para respaldar un auge manufacturero”, mencionó.
La institución financiera señaló que los otros desafíos relevantes son la infraestructura insuficiente, la reducción de la inseguridad, la violencia y el aumento del estado de derecho, además de mantener un marco macroeconómico y político estable que también es muy importante.
“México tiene una oportunidad de por vida con el nearshoring/reshoring/friend shoring. Ahora hay pruebas contundentes de que el nearshoring es real y ya está ayudando a México. La inversión extranjera directa (IED) en capital nuevo fue de 14 mil 500 millones de dólares en los primeros tres trimestres de 2022, la mayor cantidad desde 2013”, detalló.
Bank of America también resaltó que la manufactura aumentó a 16.8% del PIB en el tercer trimestre de 2022, el porcentaje más alto desde 2007.
Con información de Forbes.