Los flujos migratorios en México provenientes de Centro y Sudamérica continúan aumentando, pese a la vigilancia en las fronteras y los programas de ayuda a países centroamericanos, lo que a decir de expertos consultados se debe a las condiciones de inseguridad en los países de origen de los migrantes.
Apenas ayer, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, indicó que la presencia de migrantes irregulares en territorio nacional aumentó 55% en 2022 comparado con 2021, al pasar de 425 mil 630 a 661 mil 376.
En 2022, de acuerdo con el Boletín Mensual de Estadísticas Migratorias, los originarios de Venezuela encabezan la lista, seguido de Honduras, Guatemala, Cuba y Nicaragua.
Al respecto, Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes en América Latina y el Caribe, declaró que el aumento de la migración en México es un factor estructural que no va a cambiar de manera rápida, si no que irá en aumento por las condiciones de violencia y pobreza que se viven en los países donde la gente radica.
El especialista explicó que se ha documentado que en México hay una crisis de Derechos Humanos en torno a la migración desde 2014, con los llamados éxodos o movilizaciones masivas.
“La gran mayoría de esta población viene de Centroamérica, que los detonantes siguen siendo violencias fundamentalmente, que es también para el caso mexicano rumbo a los Estados Unidos, además de pobreza, y ya estamos viendo con mucha transparencia los impactos del cambio climático en los desplazados por desastres naturales y obviamente hay migración que viene desde el sur, o sea todo el continente, tenemos por ejemplo una fuerte migración haitiana y venezolana, que ha crecido por una crisis política del país”, dijo.
Resaltó que México es un territorio que se ha convertido desde hace muchos años en un medio para llegar hacia los Estados Unidos.
En tanto indicó que el perfil de personas migrantes se ha ido transformando, pues aseguró que hace 20 años eran fundamentalmente hombres que viajaban a los Estados Unidos para actividades laborales, mientras que desde 2014 y 2015, con los éxodos migratorios, ya existe una proporción de al menos 30% de adolescentes, niños y niñas en movilización familiar.
En ese sentido indicó que es lamentable como muchos que jóvenes y adolescentes centroamericanos están siendo reclutados para ser incluidos a los grupos de sicarios o los ejércitos del crimen.
En diciembre el DHS (Departamento de Seguridad Interna) de Estados Unidos anunció un nuevo programa para permitir la entrada legal a la Unión Americana de 24 mil migrantes venezolanos que se encuentran actualmente en México y cumplan con ciertos requisitos, con la advertencia de que quienes crucen de manera ilegal serán devueltos al sur de la frontera. Para calificar, los interesados debían estar en territorio mexicano, presentar una solicitud, tener un patrocinador en Estados Unidos, estar completamente vacunados y someterse a exámenes de verificación.
El plan para permitir la entrada de venezolanos es parte del acuerdo migratorio al que llegó México y Estados Unidos, mediante el cual se darán también 65 mil visas a trabajadores temporales no agrícolas, 20 mil de ellas destinadas a personas originarias de Centroamérica y Haití.
Y apenas este 5 de enero el Gobierno de Estados Unidos amplió la nueva vía de ingreso al mercado laboral estadounidense para hasta 360 mil nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela por año.
Por su parte Ana Saiz, directora de Sin Fronteras, acusó que México continúa con una política migratoria que consiste en detener y deportar a las personas migrantes en nuestro país.
“Y lo que preocupa es que las condiciones de detención son sumamente precarias, seguimos viendo presencia de niñas, niños y adolescentes y pues notamos que sigue siendo una política muy cara. Es una política costosa desde el punto de vista monetario, es una política costosa desde el punto de vista de derechos humanos”, dijo.
Además, la especialista destacó que desde la sociedad civil preocupa que no se ven las intenciones del gobierno de cambiar la política migratoria, y acusó que las personas en situación irregular no tienen asesoría jurídica.
“Nos preocupa mucho que no vemos una intención de que sea diferente. Están las estaciones migratorias, pues sí, llenas a su capacidad”, señaló.
“Con la visita de Biden no vemos una situación de que la cosa pueda ir cambiando, sino al contrario, no vemos una postura, una política clara con respecto a la detención que se usa efectivamente como una medida de castigo y de disuasión”, agregó.
Plan para Centroamérica
En el marco de la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte, ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su gobierno “no vamos a dejar de insistir que lo principal es impulsar el desarrollo de los pueblos, de los países de América Central y de América del Sur, vamos viéndolo, y lo voy a plantear ahora, lo adelanto”.
Desde el Salón Tesorería indicó que desde hace más de 50 años no hay un plan para el desarrollo y el bienestar de los pueblos de América Latina y del Caribe.
“Cuando el presidente Kennedy puso en marcha la Alianza para el Progreso y hubo inversión con ese propósito, esto fue en los años 60 y desde entonces no ha habido ningún plan para apoyar a países con población en situación de pobreza, con problemas de desigualdad, de abandono, de marginación”, destacó.
Sentenció que “tenemos que invertir en esos países. Por eso, aún a nivel de ensayo, estamos demostrando que con nuestros recursos invertidos en El Salvador, en Honduras, pronto en Guatemala, en Belice, se están logrando los propósitos de que la gente se quede a vivir y sea feliz en donde nació, donde están sus familiares, donde están sus costumbres… No hay en el presidente Biden una negativa; al contrario, coincidimos”.
Con información de 24 Horas.