La cuesta de enero está enfrentando a las familias mexicanas a un encarecimiento de los alimentos que impide en muchos casos adquirir los productos esenciales de la canasta básica.
En el caso del jitomate y el chile serrano sus precios se elevaron más del 100% en las primeras semanas de enero.
Si bien al cierre de 2022 la inflación general anual se ubicó en 7.82%, la realidad en las calles es que muchos productos tuvieron alzas hasta de dos dígitos que presiona los bolsillos de los hogares al arranque de 2023.
En un comparativo de precios máximos ofertados en la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), con datos de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) y del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), se aprecia que entre enero de 2022 y de 2023, los hogares tienen que desembolsar más dinero para la alimentación de los integrantes del hogar.
En enero de 2022, hace un año el aceite comestible se compraba en 40 pesos, pero ahora para el mismo mes de 2023, se pagan hasta 15 pesos más, lo que significa un aumento de 37.5%.
En el caso de la harina de trigo, una materia prima indispensable para elaborar pan, entre otros productos, pasó de 16 a 28 pesos, equivalente a un incremento de 75%.
El precio del huevo, un alimento caracterizado por alzas y bajas en el transcurso del año pasado, hasta el 14 de enero de 2023 se ofertaba en un máximo de 44 pesos en la CEDA, cuando en 2022 se adquiría en menos de 35 pesos; un aumento de 25.71%.
El kilo de carne molida pasó de 148 a 175 pesos, lo que representa una variación de 18.24%.
Y el precio promedio de la tortilla a nivel nacional, subió de 18.73 pesos hasta la segunda mitad de enero de 2022 a 22.16 pesos para el mismo periodo de 2023.
Del jitomate y el chile, ni hablemos
El precio de un kilo de jitomate se duplicó de 18 pesos hasta los 36 pesos en lo que va de 2023; y el chile serrano, repuntó desde 25 pesos por kilo hasta alcanzar los 85 pesos, lo que representa un alza de 240% en menos de un año.
Hasta diciembre, el índice nacional de precios al consumidor de alimentos procesados y bebidas, registró una variación anual de 14.14%.
En tanto, el conjunto de productos agropecuarios –caracterizados por alta volatilidad– se ubicaron en un nivel de 9.52% a tasa anual.
Hay productos que bajaron
En el caso del aguacate se registró una baja de 75 a 50 pesos, lo que significó una disminución de 33.33%; en el caso del limón se retrocedió 50%, al pasar de 60 a 30 pesos; y la cebolla cedió en 73.33%, pasando de 45 pesos en enero de 2022, hasta 12 pesos en los primeros días de 2023.
Amas de casa no la ven
Algunas amas de casa, como la señora Hilda Costa, quien trabaja como empleada doméstica, refirieron no haber sido beneficiadas por el aumento al salario mínimo, por lo que los elevados precios de los alimentos se siguen ‘comiendo’ sus ingresos.
“Ahí vamos con el gasto. Está difícil la situación, por eso me metí a trabajar, pero no alcanza, si acaso es un complemento, pero no para sostener una familia. Me pagan cinco mil pesos al mes por tres veces a la semana que voy a limpiar… los aumentos (al salario mínimo), no me benefician a mí”, dijo al ser cuestionada sobre el alza de precios.
Por su parte, la señora Lucía Prieto, también ama de casa y madre de dos hijas que ya laboran, refirió que para ellas no aplicó el aumento salarial dado que “ganan un poquito más”, pero aun así, la batalla sigue con el encarecimiento de los bienes y servicios, en especial, los alimentos.
“Todo subió de precio horrible… Sí, hay comida que ha bajado como la cebolla, el limón, jitomate, pero otra que ni de chiste va a volver a bajar es la tortilla que está en 22 pesos y hace no mucho, como en 2020 todavía había una tortillería donde la compraba a 12 pesos, o sea 10 pesos más, ahora sí se pasaron”, criticó.
Comida menos picosa
Otra ama de casa, doña María Durán, comparte que el incremento que más ha resentido recientemente ha sido el precio del chile serrano, que lo ha llegado a ver hasta en 90 pesos el kilo.
“¿Qué hacemos sin el chile? En mi casa, todo lleva chile o se acompaña con una salsita. El otro día compré un cuarto a 20 pesos y me dieron menos de 20 chiles pequeños”.
Agregó que como alternativa, está usando chile de árbol, que aunque el cuarto lo adquiere en 38 pesos, le dan más y rinde más.
Con información de 24 Horas.