La economía mexicana arrancó el año con fuerza, impulsada por el sector servicios, y los analistas coinciden en que la actividad productiva tendrá un buen desempeño en los primeros meses del 2023, contrario a lo que se pronosticó.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) avanzó 3.6% anual en enero, cifra mayor al 3.3% que esperaban los analistas. En la variación mensual el índice reportó un avance de 0.6%, el más elevado de los últimos cuatro meses, de acuerdo con datos del INEGI.
El motor del crecimiento fue el sector terciario o de servicios, con un avance de 4.5% anual, su mejor dato en tres meses. Por su parte, las actividades secundarias y las primarias se desaceleraron, al anotar un avance de 2.5% y 0.9%, respectivamente, según cifras desestacionalizadas.
Al interior de los servicios, ocho de los nueve sectores mostraron crecimientos anuales, donde el mayor repunte fue en servicios de alojamiento temporal, con 15.6%, seguido de transportes, correos y almacenamiento, con 8.3%.
Alejandro Álvarez, CMO de Engen Capital, destacó que el dato refleja la inercia o extensión del desempeño observado durante el segundo semestre del año pasado, ya que no es cosa menor crecer 3.6%.
“Nuestra economía mantendría un ritmo aceptable en el primer semestre. Es una realidad, estamos viendo cierto beneficio derivado del fenómeno del nearshoring”, dijo Álvarez a El Financiero.
El economista en jefe de Ve por Más, Alejandro Saldaña, apuntó que “las inversiones asociadas al nearshoring y al T-MEC darían algo de resiliencia a la economía mexicana, especialmente en la región norte”.
Además de un mayor interés por el nearshoring, analistas de Banorte señalaron que el impulso de la actividad tuvo detrás fuertes fundamentales para el consumo; un renovado dinamismo en el comercio internacional, principalmente tras la reapertura en China, pero también una demanda resiliente en Estados Unidos.
“Creemos que el PIB probablemente siguió creciendo en el primer trimestre, lo cual sería su sexto periodo de expansión secuencial. Esto es relevante dado que el panorama se ha tornado más retador, particularmente ante riesgos derivados de temores en el sector bancario en EU y Europa”, indicaron los especialistas.
A tasa mensual, el sector servicios avanzó 1.2%, su mayor avance en nueve meses, mientras que la industria reportó un nulo crecimiento, y presentó su peor desempeño en cuatro meses. Por su parte, el sector agropecuario cayó 5.7 %.
Inicio alentador, pero cautela
A pesar del buen comportamiento de la actividad, los analistas anticipan que la economía se desacelerará en los próximos meses.
“Mantenemos la expectativa de una fuerte desaceleración del PIB este año, al agotarse el efecto reapertura y ante las consecuencias del apretamiento monetario mundial sincronizado”, añadió Saldaña.
El profesor de Economía de la UNAM, Octavio Dorantes, recordó que en octubre y noviembre del año pasado las expectativas se encontraban a la baja, pero el dato de enero puede marcar la tendencia de fortalecimiento; no obstante, dijo que los niveles de inflación mantendrán la restricción monetaria para enfriar la actividad.
“La inflación parece contenerse, aunque se mantiene alta, muy por arriba del objetivo de BANXICO, que continuará con los incrementos a la tasa de interés”, dijo Dorantes.
Con el repunte de la actividad en enero, el IGAE alcanzó un máximo histórico al ubicarse en 113.78 unidades; el nivel más alto del que se tenía registro era de septiembre de 2018, con 113.64 puntos.
Al alcanzar este nuevo máximo, la actividad muestra una recuperación de 1.85%, respecto a febrero de 2020, antes del impacto por la crisis sanitaria.
Con información de El Financiero.