La economía mundial enfrentará varios años con débil crecimiento y en el mediano plazo ronda el 3%, la expectativa más baja desde la década de los 90, dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
“La desaceleración ha continuado este año y esperamos que la economía mundial crezca menos del 3% en 2023. Proyectamos que el crecimiento global se mantendrá en torno al 3% durante los próximos cinco años, nuestro pronóstico a mediano plazo más bajo desde 1990″, dijo Georgieva en la antesala de las reuniones de primavera.
Para este 2023, el FMI proyecta que alrededor del 90% de las economías avanzadas experimenten una disminución en su tasa de crecimiento este año y que ante esa desaceleración se complica el panorama para las economías de bajos ingresos.
“Con el aumento de las tensiones geopolíticas y la inflación aún alta, sigue siendo difícil lograr una recuperación sólida. Esto perjudica las perspectivas de todos, especialmente para las personas y los países más vulnerables”, añadió Georgieva.
Además, identificó tres acciones para promover el crecimiento y tener una recuperación sólida: combatir la inflación y salvaguardar la estabilidad financiera; mejorar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, y fomentar la solidaridad para reducir las disparidades globales.
Sobre la primera indicó que mientras las presiones financieras se mantengan limitadas, esperan que los bancos centrales mantengan la lucha contra la inflación; será clave monitorear los riesgos en los bancos y las instituciones financieras no bancarias, así como las debilidades en sectores como el inmobiliario comercial.
Para la mejora en las expectativas de crecimiento a mediano plazo el FMI instó a impulsar la productividad y el potencial de crecimiento, así como un ‘cambio ecológico’.
“Se estima que se necesita un billón de dólares al año solo para energía renovable. Eso pagará dividendos en términos de crecimiento y empleo”, según el organismo internacional.
Del último punto señaló que han otorgado cerca de 300 mil millones de dólares a 96 países, así como la asignación de 650 mil millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG), que son activos de reserva internacional.
Dicho monto de los DEG fue aprobado en 2021 a fin de proporcionar liquidez adicional al sistema económico mundial.
“Me gustaría hacer una doble súplica: ayudar (a países de bajos ingresos) a manejar la carga de la deuda y ayudarlos a garantizar que el FMI continúe estando en condiciones de apoyarlos”, dijo Georgieva.
Con información de El Financiero.