Una edición más del México International Wine Competition (MIWC) se llevará a cabo en Ensenada, del 13 al 15 de junio de 2023.
Con motivo de este evento, personalidades de la Universidad Autónoma de Baja California (específicamente, de la Facultad de Enología y Gastronomía), así como miembros del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) y representantes de Business France México se dieron cita en la Escuela Superior de Gastronomía ubicada en la Ciudad de México para dar a conocer los pormenores del certamen.
MIWC: Un concurso único en su tipo
Si bien, esta no es la primera ocasión en que se realiza el México International Wine Competition, sí cabe mencionar la evolución que ha tenido para posicionarse como uno de los concursos mejor organizados y con resultados más alentadores del sector vitivinícola.
Al respecto, Alejandro Jiménez Hernández, director de la Facultad de Enología y Gastronomía de la UABC, dio a conocer que la universidad tiene el propósito de acercar una plataforma representativa y neutral para la población, para la elaboración y evaluación de vinos mexicanos desde la que además se pueda promover la cultura y la comercialización de estos productos a nivel internacional:
“El MIWV busca promover y dar a conocer tanto a la comunidad como a la sociedad, la excelencia de los vinos que se elaboran tanto en la región como en el extranjero. Como cada año, contamos con un panel de expertos de carácter nacional e internacional debido a que estamos avalados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Puede ser uno de los concursos líderes en América Latina, lo que es un orgullo y una garantía también para el productor que se llega a inscribir, que sepan que sus vinos van a ser evaluados de manera en que puedan garantizar su calidad”, declaró.
Este concurso que reúne a paneles de especialistas surgió en 1993 y desde entonces se ha convertido en un referente que busca elevar la calidad y el compromiso de la industria del vino con la sociedad.
La dinámica de participación
Una de las novedades que se ha implementado en los últimos años para el desarrollo tecnológico del MIWC consiste en el uso de un software específico con el que los resultados de las catas se registran de inmediato en el sistema para reflejar las votaciones de los jueces de forma inmediata y transparente.
Así, el certamen brinda una mayor transparencia y aporta detalles sobre el análisis sensorial de las muestras que participen. Las categorías admitidas para evaluación son:
- Blancos efervescentes
- Blancos tranquilos
- Rosados efervescentes
- Rosados tranquilos
- Tintos efervescentes
- Tintos tranquilos
- Vino dulce cuyo azúcar residual procede de la uva
La fecha límite de participación es el 30 de abril y el registro se hace completamente en línea. Posteriormente se envían las muestras de vinos participantes a una dirección aclarada en la convocatoria y dichas muestras tendrán que ir acompañadas por el comprobante de pago correspondiente hasta el 12 de mayo del año en curso.
Un diferenciador más: distribución de conocimientos
Adicional al panel de cata en el que se evalúan los atributos de los vinos nacionales y extranjeros que participen pasando por altos estándares de calidad y tecnología que arrojan resultados en tiempo real, se tiene contemplado un Coloquio Internacional del Vino, que se realizará del 30 de mayo al 1 de junio del año en curso.
Entre el programa de actividades que se han organizado para este coloquio, se abordarán temáticas como:
- Atributos de los vinos naturales
- Innovación en la cadena de valor del enoturismo
- La historia del comercio del vino en el mar Mediterráneo
- Modelos de negocio en el continente
- Paisaje vitivinícola
- Reducción del grado alcohólico mediante la fermentación
- Tecnología de fermentación del vino por procesos de condensación, entre otros
Todos estos temas se tratarán como catas, talleres, visitas técnicas y otras opciones que permitirán a los asistentes interactuar con expertos del gremio y aprender de primera mano en uno de los estados de mayor producción vinícola del país.
“Las acciones que se han llevado a cabo a través de estos años, han venido a demostrar este trabajo y han permitido también facilitar que el sector continúe con su compromiso. Nuestros vinos, nuestra gastronomía, van a ser nuestros mejores embajadores”, puntualizó el directivo.
El impulso del vino mexicano en el mundo
El consumo del vino mexicano está creciendo. El promedio de consumo por cada individuo mayor de edad en 2003 era de 225 ml por habitante. En 2013 aumentó a 450 ml. Y aunque actualmente las cifras no son muy exactas debido a la falta de información comercial, los datos apuntan a que el consumo ha aumentado entre 2.2 y 2.3 respecto a años anteriores. Además, se puede observar que una tercera parte aproximadamente corresponde al consumo de vino mexicano.
“Agradecemos al público que tenga esa preferencia por el modelo mexicano. Este tipo de méritos que hace la UABC nos permite valorar los vinos con jueces internacionales y cuantificar si son o no son buenos, que vengan vinos extranjeros y realmente nos pongamos en el nivel que debemos estar. No tenemos miedo, al contrario, nos gusta mucho ser evaluados. Recientemente hemos ganado medallas en Alemania, Francia y China, estamos yendo hacia afuera y estamos probando que nuestros vinos tienen capacidad de competir”, apunta Salomón Abedrop, tesorero del CMV en representación de Hans Backhoff, presidente del organismo.
Apoyando esta moción, Paz Austin, directora general del CMV apoyó la moción del tesorero: “Se está hablando mucho del vino mexicano, aquí y en Europa, es el resultado de muchos años de trabajo, también de visibilizar el mundo mexicano hacia afuera. Con el MIWC tenemos una súper competencia internacional avalada por la OIV y hay muy buena convocatoria que hay que fomentar mucho más, invitar a que vengan vinos internacionales y participen, así como nosotros que hemos tenido una participación internacional”, declaró.
Adicionalmente, Abedrop se refirió a la evolución que el vino mexicano ha tenido en los últimos años; sobre todo, para efectos de la calidad que es percibida y recompensada por los consumidores: “Esto es un esfuerzo que no cualquiera ha hecho en México, ninguna universidad se ha metido en ese tema todavía. Hay otras que están trabajando en cursos de cultura, pero no en la evaluación”, puntualizó.
Por su parte, Olivier Pradet, director de Business France en México, habló de los desafíos y oportunidades ante los que México se encuentra como productor y exportador de vino. Respecto a los desafíos, mencionó un par:
- Compite con productos nacionales como el tequila y mezcal.
- También se enfrenta a una competencia regional muy fuerte con Estados Unidos, Argentina y Chile.
“Para nosotros como embajada de Francia es importante, pues, seguir creciendo en nuestros mercados. Francia es el primer productor de vino a nivel mundial y el segundo exportador de vinos. De hecho, eso hace que la factura del comercio exterior sea positiva en el sector alimenticio en particular”, instó el director.
“El año pasado, el sector vitivinícola tuvo un crecimiento más o menos del 10%, sabiendo que, en el 2021, no sé si es porque durante el Covid la gente consumía más vino en su casa, pero estábamos sobre un crecimiento de más o menos 20%. Así que es muy importante que ese sector siga creciendo, porque apoya a la economía”, añadió.
Desarrollo de actividades complementarias en torno al vino
“El vino nutre a otros sectores como el gastronómico, siempre es un buen aliado. También tiene un aspecto positivo sobre el sector del turismo; por ejemplo, no es casualidad que en Francia recibamos más o menos a 85 millones de turistas al año y los productos regionales como el vino ya son parte de la oferta turística del país”, complementó Pradet.
Algunos productores, los grandes, pueden seguir viviendo solamente del vino, pero los productores más pequeños tienen que conseguir a diversificar su actividad. Muchos se lanzan al turismo para recibir gente que no sólo llega a tomar vino, sino que también desean vivir una experiencia turística gastronómica. Yo creo que México también se ve en ese tipo de diversificación de la actividad vitivinícola”, añadió.
Siguiendo el mismo sentido, Alejandro Jiménez comparte su perspectiva sobre el impulso que el consumo y producción de vino genera en el turismo:
“El desarrollo del turismo es precisamente el tipo de reconocimiento que tienen las casas vitivinícolas por sus participaciones en el concurso. En concreto, se les apoya poniendo una insignia a cada una de sus botellas que los hace destacar. Con herramientas de crecimiento y creo que eso es lo que ha impulsado en este caso a Baja California, así como en otras regiones de del país y de México” compartió.
Las necesidades del vino mexicano
Mientras que uno de los factores de éxito de los productores de vino mexicano ha sido cuidar mucho la calidad, esto no siempre ocurrió así. “El vino mexicano era caro y malo, o esa era la creencia generalizada de la gente; no todo era malo ni todo era caro, pero hicimos algo para que la gente pensara eso hace 30 años. Ahora el vino mexicano compite en todos los niveles de precio y compite en calidad. Obviamente también hay que cuidar el precio”, mencionó Salomón Abedrop.
Sin embargo, aunque el panorama luzca alentador, aún quedan algunas aristas por fortalecer en materia del campo: una necesidad inmediata para la industria del vino en México consiste en aumentar el número de hectáreas que se dedican a la producción de uva y vino. Esto, para cubrir la demanda de consumo cuya tendencia promete mantenerse en los siguientes años.
“Lo que hemos tratado de hacer es impulsar vía la Secretaría de Cultura de Desarrollo Rural. Estamos buscando un programa para que apoye el área. Puede ser que nos ayuden para equipar un pozo, a comprar plantas o simplemente que haya algún estimulo. ¿Cómo podemos hacer para mantener el 34% de preferencia de consumo del consumidor mexicano? Tenemos que plantar otras 100 mil hectáreas en los próximos diez años. Es un gran reto y eso que pusimos a la Secretaría de Agricultura. Son mil hectáreas por año, por lo menos para poder completar y mantener el mismo ritmo de participación de mercado o nos quedamos atrás”, instó el tesorero.
Adaptarse a un mercado cambiante
Con la experiencia de Francia incluida en la reunión gracias a la presencia de Olivier Pradet, el director habló de la importancia de adaptarse al mercado y a los desafíos actuales, de los que se desprenden ejes de innovación e investigación, como el cambio climático con temperaturas extremas y sequías.
Desde la academia, Alejandro Jiménez compartió que hace un lustro la UABC inició una colaboración con la Universidad de La Rioja para el desarrollo de la huella dactilar. En este sentido, los avances que ha habido respecto a resonancia magnética nuclear en México la Era digital del vino han ayudado a identificar ciertos patrones con características de cada región vitivinícola nacional.
Asimismo, el CMV está liderando un proyecto sobre la zonificación del vino que se verá reflejado en un manual. En esta parte se detallarán factores como valles, suelos y microclimas de cada región a modo de guía con la que se tengan datos para obtener mejor rendimiento de la vid.
Tal y como ha ocurrido en otras industrias, el público que consume vino y sobre todo vino mexicano ha atravesado por un despertar desde la pandemia. La digitalización ayudó a que la audiencia se haya informado mejor durante este tiempo, pero al mismo tiempo se ha vuelto más exigente, y la industria está uniendo esfuerzos para estar lista ante las expectativas y necesidades.
Con información de The Food Tech.