El huevo, el aceite, la harina de maíz y hasta las tortillas son productos que han escalado su precio en el último año entre 12.41 y hasta 25%, de acuerdo a un comparativo realizado por la SEDECO.
Durante los primeros días de abril, los precios de los alimentos reportaron variaciones mixtas al alza y a la baja, siendo futas y las verduras los que más han logrado ceder, mientras que otros como la tortilla, el aceite comestible y el huevo han encarecido en los últimos meses.
De acuerdo con un comparativo de precios máximos que se ofertan en la Central de Abasto (CEDA) –que recopila la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) de la Ciudad de México– entre el 8 abril de 2022 y de 2023, el aceite comestible pasó de 45 hasta 55 pesos, una diferencia de 10 pesos, equivalente a un incremento de 22.22% en un año.
El precio del huevo blanco, alimento del que México es el principal consumidor a nivel mundial con una ingesta per cápita de 23 kilogramos anuales, subió de 40 pesos hasta 50 pesos, lo que implicó un desembolso de 10 pesos más que hace un año atrás. Dicha diferencia representa un alza de 25%.
La harina de trigo, materia prima para la industria panificadora, elevó su precio en siete pesos, pasando de 21 hasta 28 pesos por kilogramo, igual a un incremento de 33.33% entre inicio de abril de 2022 y de 2023.
Otro de los alimentos más básicos en la dieta diaria de los mexicanos, la tortilla de maíz pasó de un precio promedio a nivel nacional de 20.06 a 22.55 pesos, lo que significó un alza de 12.41%, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
En tanto, entre los alimentos que lograron ceder en su precio destaca el caso del jitomate, que hasta la primera semana de abril de 2023 logró bajar hasta 18 pesos desde los 40 pesos en que se ofertaba en el periodo de 2022. Dicha disminución significó un retroceso de 55%, según los datos de la SEDECO.
La cebolla, descendió de 23 hasta 12 pesos, una reducción de 47.82% entre ambas fechas. Y el chile serrano bajó de 50 hasta 35 pesos, igual a una rebaja de 30%.
Otras de las verduras que durante el año pasado reportaron altos precios, el aguacate y el limón, para abril ya reportan niveles menores.
El aguacate pasó de ofertarse de un precio máximo de 90 pesos en la CEDA hasta 55 pesos para la primera semana de abril de 2023; mientras que el limón disminuyó de 40 a 38 pesos, una variación a la baja de 5%.
La señora Zaydé Serviño, quien se identifica como ama de casa y comerciante independiente, reconoce que aunque los precios de algunos alimentos han disminuido, se mantienen en niveles elevados comparados con hace algunos años atrás: “Yo creo que ya no vamos a volver a ver el plátano en cinco pesos, o la naranja que era de lo más barato”.
La señora Ivonne Ojeda, ama de casa, narra que, en efecto, algunas verduras han bajado de precio, pero las reducciones son marginales, de apenas dos o tres pesos, y ello no abona a un ahorro al final de la quincena.
“Aunque bajen las verduras, otras cosas siguen igual de caras o suben. Las tortillas, esas cuando suben ya no bajan y ahorita están en 22 pesos… Entonces, ¿de qué nos sirve que bajen dos, tres pesos unas cosas y si lo demás sigue estando caro?”, expresó.
Encarece 61.72% canasta del PACIC: ANPEC
A casi un año del anuncio del Paquete Contra la Inflación y Carestía (PACIC), el conjunto de los 24 productos contemplados en la canasta básica de la referida estrategia reporta un incremento de 61.72% entre mayo de 2022 y marzo de 2023, reportó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
De acuerdo con un monitoreo de precio realizado por la ANPEC, la canasta que incluye frutas, verduras, carne y artículos de higiene personal, pasó de un precio de 953.80 pesos hasta mil 542.50 pesos en menos de un año, una diferencia de 588.70 pesos.
“La estrategia no está funcionando y no puede funcionar porque no puedes combatir la inflación desde los precios. Los precios no son el origen del problema, son la consecuencia del problema”, sostuvo Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.
Él refiere que dentro de la estrategia impulsada desde el Gobierno federal, no se tomó en cuenta la participación de los pequeños comerciantes, ni por tratarse del último eslabón en la cadena del comercio para el cliente final.
En ese sentido, Rivera señaló que desde el pequeño comercio se detecta que el encarecimiento de los productos se da en las cadenas de suministro que tienen gran margen de intermediación, desde el transporte, los costos de los energéticos, los peajes, hasta la intervención de las bandas delictivas que influyen en el precio final de los productos.
Con información de 24 Horas.