A un año de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador intentara contener la inflación, expertos señalaron que su paquete de medidas hizo poco para poder contener el alza en los precios al consumidor, los cuales en meses pasados alcanzaron niveles no vistos en más de dos décadas.
El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), presentado a inicios de mayo del 2022, intentó combatir los altos niveles de inflación de una canasta básica de 24 productos a través de diversas medidas, como los estímulos fiscales a gasolinas, el no incremento de peajes en carretera y agilización en los despachos aduanales, entre otras.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, dijo que salvo por el precio de la gasolina, el PACIC tuvo poco efecto en la inflación general.
“Al gobierno no le compete la parte de la política monetaria, eso es del banco central, el gobierno más bien debería estar enfocado en generar un mayor crecimiento económico, sentando las bases para la rápida recuperación y, con base en eso hubiera podido aplicar una política fiscal contracíclica, con un gasto de gobierno bien aplicado con efecto multiplicador”, indicó.
Luego del PACIC y su limitado impacto, el gobierno decidió lanzar en octubre pasado el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y Carestía (APECIC), el cual buscó reforzar el primer paquete de medidas y fue firmado por el gobierno y empresarios.
El objetivo de este nuevo paquete de medidas es disminuir 8% el precio de la canasta básica de 24 productos, con lo cual pasaría de 1,129 a 1,039 pesos en promedio. Entre las medidas anunciadas está la “licencia única universal” para las empresas firmantes, con la cual se suspendió toda regulación que impida o encarezca la importación y movilidad de alimentos dentro del país, como aranceles, barreras al comercio exterior no arancelarias y otros requisitos existentes para el ingreso.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de la primera quincena de mayo del 2022 a la primera quincena de abril de este año, la inflación general fue de 6.12%; sin embargo, productos de la canasta básica del PACIC tuvieron un mayor aumento en su precio.
Por ejemplo, el huevo se encareció 24.25% mientras que la naranja lo hizo en 24.39 por ciento.
En tanto, el limón fue el producto de la canasta básica del PACIC que más se encareció en el periodo, con un aumento de 49.01 por ciento.
No obstante, sí hubo productos de la canasta básica que vieron una disminución en su precio en el periodo. La cebolla, por ejemplo, bajó su precio en 26.22%, mientras que el jitomate bajó 7.79 por ciento.
Política monetaria y otros factores
En los últimos meses, la inflación ha empezado a ceder terreno y si bien continúa por arriba del objetivo del Banco de México (BANXICO), se espera que ya se vea una desaceleración constante.
En este sentido, James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, explicó que la disminución en la inflación se ha dado por diversos efectos. Por un lado, por las decisiones de política monetaria de BANXICO, las cuales han llevado la tasa de interés a niveles no vistos para tratar de contener la inflación.
Otros factores que han ayudado a que la inflación se desacelere es la dilución de los cuellos de botella, los menores precios de materias primas y costos logísticos, así como una apreciación del peso frente al dólar, indicaron los analistas.
En la primera quincena de abril, la inflación al consumidor fue de 6.24% en su comparación anual, su menor nivel desde octubre del 2021, cuando promedió un alza de 6.12 por ciento.
Asimismo, sumó seis quincenas consecutivas desacelerándose, luego de que el año pasado alcanzara niveles no vistos en dos décadas.
Se espera que sea hasta el último trimestre del 2024 cuando la inflación regrese al objetivo de BANXICO, de 3% +/- 1 punto porcentual, según la última minuta del banco.
Estímulos, la causa
Gasolina subió menos que la inflación
Los estímulos fiscales que se aplicaron a las gasolinas el año pasado, y siguen en éste, lograron que el precio de este combustible aumentara menos que la inflación general, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De la primera quincena de mayo del 2022 a la primera quincena de abril de este año, la inflación acumulada fue de 6.12%, mientras que el precio de las gasolinas aumentó en una menor magnitud.
En el caso de la gasolina Magna, la más utilizada en el país, el aumento fue de 1.85% pesos en el periodo, mientras que el precio de la Premium subió en 2.65 por ciento.
El aumento por debajo de la inflación, indicó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, se debió a los estímulos fiscales al IEPS de gasolinas, así como al estímulo fiscal complementario que se aplicaron el año pasado.
Lo anterior, indicó, fue el único impacto positivo que tuvo el PACIC, ya que sí se logró evitar un aumento en la inflación general por los precios de la gasolina.
No obstante, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, indicó que los estímulos a las gasolinas tuvieron un alto costo al erario público, con lo cual se pudo haber financiado otras necesidades de gasto más urgente o, incluso, implementar apoyos para la población ante los altos niveles de inflación.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los estímulos fiscales que se otorgaron a las gasolinas tuvieron un costo al erario público de casi 400,000 millones de pesos.
“Otros países, cuando reciben el impacto de los precios de las gasolinas toman una decisión posterior a la que tomó México de controlar el precio de la gasolina. El precio de la gasolina en México tiene un impacto importante en la formación de precios y consecuentemente, se traslada a la inflación. Por eso en el 2022 era importante controlar el precio de la gasolina”, dijo recientemente Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda.
Los funcionarios de Hacienda han dicho, en reiteradas ocasiones, que con los estímulos fiscales se evitó que la inflación a los consumidores llegara a un nivel de doble dígito; sin embargo, para los analistas el costo al erario es elevado, sobre todo ante las presiones de gasto existentes, como el servicio de la deuda o el pago de pensiones.
Con información de El Economista.