México y las principales economías de América Latina necesitan ofrecer certeza jurídica, una política pública transparente y un ambiente regulatorio óptimo para atraer inversiones para la producción de combustibles sostenibles para la aviación o SAF (sustainable aviation fuel), advirtió José Ricardo Botelho, director general de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).
En entrevista con Excélsior, señaló que, si bien la región tiene un amplio potencial para desarrollar SAF, pues cuenta con la materia prima, son Estados Unidos y Europa, los que por el momento concentran la producción de este combustible.
“En América Latina no hay una política pública clara establecida para que los inversionistas inyecten capital en la producción de SAF. El tema es que tenemos como industria una meta hacia 2050 de ser cero emisiones y necesitamos empezar a trabajar”, dijo.
Entre los países agrícolas con mayor potencial de materia prima para SAF están Brasil, Colombia, Argentina, Paraguay, Costa Rica y República Dominicana.
Según un estudio de ESG Tech, el mercado de activos ESG (Environmental, social, and corporate governance) tiene un valor de más de 30 billones de dólares y la expectativa es que para 2025, las inversiones en este rubro alcancen los 53 billones de dólares.
El directivo mencionó que hoy día 75% de la producción mundial de SAF se encuentra en Estados Unidos y 25% restante en Europa, pero la materia prima se compra en América Latina y el Caribe.
“Ya deberíamos haber empezado, es un nuevo momento de la historia de la humanidad. Ya hay datos sobre SAF pues ALTA, ICF, Boeing, Airbus, entre otras organizaciones y empresas, ya han hecho estudios detallados y lo que queremos es aportar esa información a los gobiernos. Cada país deberá producir y determinar como quiere incentivar la producción, pero lo que nosotros queremos es apoyar con datos científicos. Las aerolíneas ya hicieron cambios en sus aviones, motores y otros esfuerzos como compensación de CO2, pero el mayor reto está en el SAF que forma parte del 65% de las opciones para reducir las emisiones de carbono”, explicó.
MÁS CARO
El director de ALTA resaltó que si América Latina no produce SAF tendrá que comprar el combustible a otros países y los precios serán altos, lo que impactará en toda la cadena y en el precio final a los consumidores.
El mensaje que queremos mandar al gobierno es que trabajemos juntos, porque necesitamos que las inversiones lleguen pues eso va a generar más empleos y que los costos bajen. Comprendemos las dificultades que cada país tiene, pero esta industria está completamente involucrada para aportar datos, para ayudar y ALTA está ahí para representar a sus 160 miembros”.
Actualmente, el único proyecto de SAF que está en desarrollo en la región es en Paraguay, la planta estará lista para iniciar operaciones en 2025 pero 90% de su producción ya fue vendida para abastecer a Europa hasta 2028.
Aunque Latinoamérica quiera comprar en este momento, no se podrá. La ventaja de Paraguay es que puede adquirir la materia prima en un radio de 100 kilómetros a Brasil, Argentina y a sus productores locales. “Es una posición estratégica para ellos”, puntualizó Boltelho.
Con información de Excélsior.