A pesar de que el crecimiento del PIB mexicano en el segundo trimestre es levemente menor al del mismo periodo del año pasado, “aún no vemos datos de desaceleración tan marcada y no hay señales todavía de una contracción económica”, aseguró Nataly Hernández, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Y es que el INEGI reportó que durante el segundo trimestre de 2023, México creció 0.9% a tasa trimestral y 3.6% a tasa anual con cifras desestacionalizadas, en comparación con el avance de 1% trimestral del año anterior y 3.7% a tasa anual del trimestre anterior.
“Todavía es muy pronto para hablar de una recesión económica… estamos viendo ligero crecimiento y se continúa con los pronósticos sí se espera una desaceleración para los sucesivos trimestres a finales de año, pero es temprano para confirmar los datos que proyectó BANXICO en su último reporte trimestral”, destacó la economista.
Recordó que para el segundo trimestre ya se esperaba una ralentización económica más marcada, situación que no ha sucedido, pero reconoció que todavía es muy pronto para cantar victoria.
Señaló que a pesar del contexto adverso en el mundo, México está mostrando una resiliencia sorpresiva y ha mantenido el crecimiento por lo que se han revisado al alza las proyecciones de varias dependencias sobre el PIB de México para el cierre de año.
Insistió que el país ha superado momentáneamente las expectativas tanto del Banco Mundial como del BANXICO, por lo que más de empezar a visualizar una recesión como tal, se puede estimar ya una “desaceleración moderada”.
Hernández, economista del IMCO, precisó que en la proyección internacional debemos de estar pendientes de los números de Estados Unidos por el vínculo comercial, por lo que lo que pudiera pasar a su economía traería un efecto de contagio a nuestro país.
En tanto, destacó que se prevé que habrá una desaceleración, pero con un menor impacto al esperado.
“Posiblemente no se estén viendo tasas de crecimiento negativas al cierre de año, simplemente tasas de crecimiento positivas, pero con menores remesas que tienen un papel central en la economía”, precisó.
En tanto, Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Bx+, consideró que la economía mexicana sigue mostrando resiliencia, por lo que estiman una menor desaceleración en el segundo semestre, ante una gran probabilidad de un “aterrizaje suave” en los datos de Estados Unidos, por lo que “elevamos nuestro estimado del PIB 2023 a 3%”.
Precisó que el consumo seguirá apoyado por el bajo desempeño y la moderación de la inflación, no obstante, el mercado laboral perdería fuerza conforme se enfríe la actividad económica y la inflación y los costos crediticios seguirán algo elevados.
La inversión puede ralentizarse en un entorno de altas tasas de interés, erosión en márgenes de utilidad (inflación) y menos confianza económica (temor a desaceleración mundial).
“Por otro lado, prevemos que parte de ello sea compensado por la materialización de proyectos asociados al nearshoring y a la implementación del T-MEC”, expuso.
“La última información apunta a una menor probabilidad de recesión en EU, no obstante, el consumo y la actividad industrial ya muestran señales de moderación en aquel país”, comentó.
Saldaña dijo que indiscutiblemente aunque sea leve la desaceleración en Estados Unidos habrá un impacto para México a través del nivel de exportaciones, captación de remesas y llegada de viajeros, aunque en menor magnitud a lo estimado anteriormente.
En tanto, Janneth Quiroz, directora de análisis de Monex, proyectó que la estimación de que México crezca 3.6% durante 2023 es muy poco probable, ante un escenario en el que la economía mundial enfrenta una elevada inflación, aumentos de tasas de interés y los estragos de la guerra en Ucrania.
Indicó que el PIB del país acumula siete trimestres seguidos registrando crecimiento a tasa trimestral, con lo que, hasta el momento, “la posibilidad de que se presente un escenario de recesión es baja”.
Con información de 24 Horas.