La población ocupada en el país totalizó 59 millones 451 mil personas durante julio de este año, lo que significó un aumento de 774 mil 162 personas respecto al mes previo, indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el INEGI mostró que la cifra de julio implicó la más alta en lo que va del año.
Del total de empleos mensuales generados en julio, la mayoría fueron informales.
Así, un total de 564 mil 448 plazas fueron generadas en condiciones de informalidad, es decir, 73% del total, en tanto que las restantes 209 mil 714 plazas (27% del total) fueron generadas con prestaciones laborales legales, es decir, en la formalidad.
El INEGI reportó que en el acumulado enero-julio se han generado un total de un millón 501 mil 46 puestos de trabajo, de los cuales 87% son informales.
Por género, 62% del total en lo que va del año, equivalente a 929 mil 267 plazas, fueron puestos laborales para hombres, en tanto que el restante 38% o 571 mil 779 plazas fueron para las mujeres.
La creación de empleo en lo que va del año ha reducido los indicadores de necesidades de empleo.
En primer lugar, está la desocupación abierta, que es la población que no tiene trabajo, pero está buscando activamente uno, que se ubicó en un millón 920 mil 860 plazas durante julio, lo que implicó una tasa de desempleo abierta de 3.1% de la Población Económicamente Activa (PEA).
Esta tasa fue 3.4% de la PEA observada en julio del año pasado.
En segundo lugar, en lo que se refiere a la medida más amplia de necesidades de empleo, que es la brecha laboral, ésta se ubicó en 11 millones 766 mil 279 personas durante julio de este año, lo que significó una tasa de 17.7% de la fuerza laboral potencial del país.
La brecha laboral incluye no sólo a los desocupados abiertos, sino también a aquellos que no tienen un empleo y que no están buscando uno, pero que responden que están disponibles a trabajar en caso de que se les ofreciese una plaza laboral, población a la que se le conoce como desempleados disfrazados.
También incluye a la población subocupada, que es aquella que trabaja, pero necesita laborar más horas, para obtener más ingresos.
Con información de Excélsior.