México está sentado sobre una bomba de tiempo, que en cualquier momento puede estallar ante la agudización de la crisis migratoria actual, advierte José Mario Sánchez Soledad, consejero delegado de migración de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En entrevista con CNN, Sánchez Soledad señala que la decisión adoptada esta semana por de la empresa ferroviaria mexicana Ferromex, de suspender temporalmente el movimiento de 60 trenes de carga, luego de que en días recientes se registraran —según la empresa— cerca de media docena de casos de lesiones o fallecimientos entre migrantes que abordaron los trenes es una clara muestra de la magnitud del problema.
Dice que inmovilizar 60 trenes de carga equivale a 1.800 camiones de carga y miles de vehículos adicionales que no pueden transportar mercancía.
Pero este es solamente uno de los muchos problemas que se están enfrentando y que, a su juicio, están generando no solo pérdidas millonarias, sino una crisis humanitaria, que es más visible en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos.
“Aquí en Ciudad Juárez —dice— en estos momentos hay entre 12.000 y 14.000 migrantes en situación de calle; la mayor parte de la atención al problema humanitario la está dando la comunidad, a través de una serie de comedores y refugios que se han instalado para dar respuesta a una crisis migratoria que corresponde al gobierno federal atender”.
Agrega que actualmente está cerrado temporalmente uno de los principales puentes comerciales e industriales, el de Las Américas —que conecta Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas— por donde salen cientos de camiones todos los días con la producción terminada de muchas de las fábricas que se encuentran localizadas en la zona, lo que representa pérdidas por el orden de los US $35 millones diarios, indica Sánchez Soledad.
De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la medida implementada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) a partir del lunes 18 de septiembre suspende temporalmente el procesamiento de carga en el Puente de las Américas. Y que se espera que la medida “unilateral”, como señalan se restablezcan en los próximos días.
Empresarios llaman a una mesa de diálogo con Estados Unidos
La Coparmex —un sindicato patronal independiente que representa a más de 36.000 empresarios en el país, según su sitio web— ha hecho un llamado, a través de un comunicado difundido este jueves al Gobierno de México, para que establezca de manera urgente una mesa de diálogo con Estados Unidos y con la participación de los gobiernos estatales de ambos países con el fin de aunar esfuerzos para el ordenamiento del flujo migratorio.
Advierten que de no resolverse la crisis migratoria tanto México, como Estados Unidos pueden registrar graves consecuencias, entre ellas “que se condicione la llegada de empresas y capital extranjero producto del nearshoring al no existir las condiciones necesarias para que las inversiones puedan prosperar en ambos países. Insistimos, si no se actúa con celeridad, México perdería las oportunidades que abre el nearshoring”.
Según el Foro Económico Mundial, el “nearshoring es la relocalización de operaciones a un país cercano, con una zona horaria similar, aprovechando el know-how de la mano de obra de las economías limítrofes, el conocimiento de la cultura productiva y los años de experiencia”.
México es el principal socio comercial de Estados Unidos. De acuerdo con cifras oficiales, el comercio entre ambas naciones alcanzó unos US $396.600 millones en el primer semestre de 2023, un aumento de 3,1% en relación con el mismo periodo de 2022.
Para Sánchez Soledad, este problema no es transitorio, sino de largo plazo, hasta que los países expulsores no garanticen las condiciones de vida para quienes han tenido que salir buscando un futuro. Esta crisis —dice— debe ser manejada bajo un modelo de desarrollo inclusivo, que por un lado respete la dignidad de las personas, ofreciendo ayuda humanitaria y evitando que los migrantes sean violentados por el crimen organizado o por autoridades corruptas que los extorsionan, pero por el otro, que se creen las condiciones, a través de una nueva ley migratoria, que faciliten el empleo de los migrantes en México.
“Tenemos en Ciudad Juárez más de 30.000 plazas vacantes. Lo mismo está Laredo, Tamaulipas, o el mismo Guadalajara o Puebla. Yo he recibido llamadas de alcaldes para decirme cómo le hacen para invitar a inmigrantes que quieran trabajar en suelo mexicano”.
¿Qué dice el gobierno de México ante esta crisis?
En su conferencia matutina de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que era probable que realizara una visita de trabajo a Washington en noviembre o enero para abordar la migración con su homólogo Joe Biden, así como la violencia y el fortalecimiento económico-comercial entre ambos países, entre otros temas.
El mandatario mexicano se preguntó cómo se va a enfrentar el problema migratorio, la violencia o la drogadicción si no se atienden las causas. Afirma que “no hay una política de buena vecindad como en la época del presidente Franklin Delano Roosevelt, o una política como la de la Alianza para el Progreso que aplicó el presidente Kennedy. No existe ningún plan para el desarrollo de los pueblos de América Latina y del Caribe, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tampoco tiene un plan o promueve un plan para atender los grandes y graves problemas de los países del mundo”.
Asegura que México ofrece empleo a los migrantes en programas como Sembrando Vida en Chiapas, o en la construcción de obras de infraestructura como el Tren Maya. Sin embargo, indica López Obrador que se quedan muy pocos, porque la mayoría tiene el propósito de llegar a Estados Unidos.
Agrega que el país está destinando recursos para apoyar a Guatemala, de El Salvador, Honduras, Belice, Haití, y Cuba. “Pero no podemos nosotros resolverlo todo”, afirmó.
El flujo migratorio en cifras
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación, de enero a julio de este año han ingresado al país de manera irregular 317.334 personas.
El mayor volumen de migrantes indocumentados por nacionalidad lo encabeza Venezuela con 26,4% y le siguen Honduras (14,5%), Guatemala (11,6%), Ecuador (9,7%), Haití (5,6%), Colombia (3,8%) y otros, sin especificar nacionalidad (28, 4%).
Con información de CNN