“Invertir en las mujeres: es acelerar el progreso”. Tema central del Día Internacional de la Mujer 2024 (ONU).
Perdí mi empleo hace algunos años, debido a las políticas no inclusivas que en ese momento privilegiaban al género masculino en posiciones de liderazgo; recuerdo haber tocado fondo acerca de cuál sería mi futuro con este tipo de liderazgo en México… Me levanté, recuperé mi autoestima y empecé a trazar nuevamente un horizonte de esperanza, tras ser contratada por una compañía que fomentaba valores de inclusión. Esta experiencia dolorosa me hizo más fuerte para ayudar a más mujeres que quieren superarse y ser exitosas.
Ser valiente es una cualidad para hacernos escuchar; es crear un puente entre colaboradores y líderes que dirigen organizaciones, confrontar la injusticia, poner límites para estar con nuestra familia, tener tiempo para cultivar mente, cuerpo y espíritu, prepararnos intelectualmente para responder al mundo actual, levantar la mano para tener
visibilidad, elegir las batallas a luchar, en la incertidumbre soltar y poder fluir hacia la trasformación personal. Ser mujer líder es tomar la voz cuando todos guardan silencio. Por ello, citando a Elizabeth Cady Stanton, pionera por la lucha de los derechos de las mujeres: “La mejor protección que puede tener cualquier mujer es el valor”.
Sin embargo, es una realidad latente, que las mujeres en nuestro México nos sintamos vulnerables por la violencia y la impunidad, pero al mismo tiempo fuertes, porque hoy tenemos voz y más posibilidades, gracias a todas aquellas mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado para derribar las barreras que nos permitieran gozar de equidad y dignidad en un entorno laboral, social y político, predominantemente de varones.
“Invertir en las mujeres: es acelerar el progreso”, es formular expectativas para impulsar una mejor sociedad. Somos ese pilar clave en la formación de valores de los nuevos líderes. Sin embargo, prevalecen líderes de la vieja escuela que desafían el liderazgo de la mujer, que no confían que el empoderamiento de la mujer puede conseguir el bien de todos. ¿Cómo entonces, impulsar el desarrollo de nuevas generaciones que aprecien el aporte y la complementariedad de ideas entre el varón y la mujer?
Recientemente escuchaba un extracto de Elisa Queijeiro (escritora bestseller de Penguin Random House) en su Podcast eQultura, que dice así: “Habrá un día que la fortaleza no surja
para aguantar sino para impulsar, un tiempo y un espacio donde no tengamos que levantar la voz para ser escuchadas, que nuestro silencio sea por serenidad y no por resignación y que podamos combinar trabajo, familia, amigos, hobbies, sin sentir la culpa de ser YO”.
Tenemos el poder de reconstruir nuestra estructura biológica y reescribir la narrativa de nuestra historia, de crecer en la adversidad, navegar estados de ánimo y orquestar conversaciones que movilicen a la acción para diseñar un mejor futuro. Y justo todo ello está en nuestras manos. Ser mujer es un desafío maravilloso.
¡Ser mujer en esta sociedad sigue siendo un reto para acelerar el progreso de un mundo mejor!
LUIMA VALENZUELA VILLEGAS
Directora de ConTacto + Humano, ejecutiva de RRRHH en diferentes giros industriales por más de 20 años.
Conferencista, Columnista, Coach Certificado, Entrenador Máster, Instructor certificado por Conocer, Docente en diplomados de los módulos de Capacitación y Desarrollo, Comportamiento Organizacional, Desarrollo Organizacional, Liderazgo, Tendencias de RRHH y Habilidades Interpersonales.
Asesor en diseño de estrategias de sustentabilidad del talento, diversidad e Inclusión, engagement y responsabilidad social.
Expresidente ERIBAC.