Alexander Firsching, presidente de Bosch México, afirma que aunque no hay una cifra exacta de proveedores que podrían trasladarse a México, la tendencia hacia un mayor protagonismo de las empresas procedentes de China es evidente desde diversas perspectivas. El ejecutivo mencionó que el eventual establecimiento de una planta de algún fabricante chino de vehículos en el país, automáticamente implicaría la llegada de proveedores de ese país, generando así “un efecto positivo doble”.
“Estamos en negociaciones con ellos, ya que los proveedores deben suministrar más componentes locales. Al final del día, la decisión no depende únicamente de nosotros, sino también de los proveedores”, dijo durante una conferencia de prensa.
Esta necesidad de ampliar la base de proveedores en la región también se debe a la revisión prevista del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, por lo que la empresa espera aumentar su Valor de Contenido Regional (VCR) hasta el 75%. Hoy, Bosch estima que alrededor del 30% de su producción mundial proviene de China.
“Ya estamos anticipando eso. Estamos colaborando directamente con el departamento de compras y producción en la identificación de nuevos productos y desafíos. Se trata de estar preparados”, señala Eduardo Pérez, vicepresidente de impuestos y comercio exterior de Bosch.
En 2023, Bosch invirtió en México unos 25,000 millones de pesos, de los cuales 15,000 millones se destinaron a la industria automotriz.
Este año, Bosch identifica oportunidades para localizar en Norteamérica ciertos insumos electrónicos actualmente adquiridos en el gigante asiático. También está pensando en comprar materiales de proveedores locales, especialmente porque hay problemas entre Estados Unidos y México sobre el acero y el aluminio que pasan por México, con el fin de restringir la entrada de productos chinos.
Desde la perspectiva de Eduardo Watty, vicepresidente de ventas de soluciones de movilidad en el país, en el desarrollo de nuevas tecnologías es esencial tener una visión global. Por lo tanto, aunque se busque aumentar la participación de proveedores chinos, esto se hará dentro del marco legal aplicable.
“Estamos trabajando en esa dirección: cómo optimizar las cadenas de producción y también las diversas tecnologías. Lo veo como una oportunidad. Es crucial que nos ajustemos a toda la legalidad establecida por el país, y estamos totalmente abiertos a seguir invirtiendo”, afirma.
Con información de Revista Expansión.