La principal preocupación del próximo Gobierno debe ser la insostenibilidad de las finanzas públicas, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En sus perspectivas económicas semanales, el ente del sector privado dijo que el cúmulo de compromisos contraídos con cargo al presupuesto, pero sin fondeo propio durante la actual administración es la razón.
Aseguró que no obstante, hasta ahora el discurso de las autoridades resalta la salud financiera del sector público, su eficiencia recaudatoria, una asignación adecuada de los recursos públicos y la no contratación adicional de deuda. Evidentemente “eso puede ser cuestionable”.
El CEESP destacó que esto refleja la insuficiencia de las fuentes de recursos que ha caracterizado no sólo a este gobierno, y genera una situación deficitaria que podría extenderse por algunos años más.
Por el lado del gasto, la creación de un importante número de programas asistenciales y proyectos poco o nada rentables social y económicamente, con el objetivo principal de mantener la preferencia de la población, demandó una notoria cantidad de recursos.
“A lo largo del sexenio el gasto total habrá aumentado 23.2% en términos reales, cuando un sexenio antes lo hizo en 8.4%”.
Señaló que esta situación propició que ejercicio tras ejercicio fiscal del sexenio se reportaran déficits cada vez mayores a tal grado que para 2024, último año de gobierno, se prevé un déficit total, considerando el concepto de Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), de casi dos billones de pesos, históricamente el más elevado.
“Durante todo el sexenio se habrá acumulado un déficit total de 7.1 billones de pesos, poco más del doble de lo acumulado en el periodo previo”, afirmó el órgano de análisis del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Resaltó que está situación se refleja en la necesidad de mayores recursos, de tal manera que la fuente principal para hacer frente a estos desequilibrios fue la contratación de deuda.