Por Mariano Esparza.

En los tiempos actuales, y hablando de manera general, ya no es una realidad atraer a la inversión extranjera a México como sucedía hace algunos años, pero sí es un reto mantener a las fuentes de empleo existentes, pues de existir el trabajo formal, hay empleos, por ende salarios y prestaciones, y de hecho, la existencia de un modo honesto de vivir que influye en la reducción de inseguridad en las ciudades de la República Mexicana, pues el trabajador tendría los recursos para mantener a su familia.

En este ambiente electoral en México, que no viene de dos meses atrás, sino de los últimos dos o tres años, se ha hecho énfasis en el seguimiento a promover diversas iniciativas de reforma a la Ley Federal del Trabajo como nunca antes en la historia del país, reformas que van desde proponer una reducción de las jornadas laborales (reducir ocho horas semanales), hasta considerar como delito (no solo infracción) algo a lo que se le pueda llegar a considerar como una “jornada excesiva”, o bien, iniciativas para incrementar el aguinaldo al doble (de quince a treinta días de salario), y también incrementar los días de paternidad de cinco días (que son actualmente) hasta 20 o 30 días de descanso, todo esto, con cargo a ser pagado por el patrón.

En la actualidad, e independiente de las iniciativas de reformas que aún no son ley, los empresarios ya cuentan con cargas y/o obligaciones patronales, empezando con estar atento cada mes de diciembre de cada fin de año para verificar el aumento considerable al salario mínimo que deberá pagarse al año siguiente, o bien, observar requisitos burocráticos estrictos que no siempre son claros respecto de subcontratación de proveedores (tema de Repse), que ya tienen su lado de riesgo de infracción hacia el patrón por la diversidad de cargas que se le atribuyen (como tener que revisar que el proveedor pague sus cuotas obrero patronales al IMSS e Infonavit o tener a veces que adivinar que el Repse del proveedor no esté revocado), entre otras obligaciones.

La empresas en el sector industrial manufacturero cuentan con políticas que los obligan a cumplir con reglas y parámetros no solo nacionales sino internacionales, de acuerdo al país de origen de donde provenga la inversión de la planta mexicana en específico, de tal manera que las empresas en la frontera, en este caso en Mexicali y/o Tijuana y/o Ciudad Juárez principalmente, buscan el cumplimiento con las normas más estrictas, en ocasiones comparando la regla Mexicana con las normas Norteamericanas, Canadienses, Alemanas, Francesas, Finlandesas, Suizas, entre otras, que son, dicho sea de paso, países con normatividad tendiente a ser aplicada en México, PERO no podemos olvidar ni dejar pasar el hecho de que las empresas contribuyen en gran manera con la economía y siendo específico, con el bienestar de las familias, pues un sueldo de un empleo formal (como el que ofrece el sector industrial) constituye certeza de ingreso para el trabajador y su familia.

El objetivo del gobierno NO debiera ser cargar más al patrón cumplido, sino identificar el empleo informal, que es el que NO coadyuva con la economía del país y es por donde se pueden encontrar verdaderos esquemas de incumplimiento de reglas laborales perjudicando, ahí sí, a los trabajadores.

Lo importante en este tema, es que tanto gobierno como empresarios, caminemos de la mano mediante canales de comunicación efectivos que impidan la arbitrariedad o falta de consideración hacia un patrón que paga sus cuentas y al que se le podría pedir que cargue con mayores costos, evitando un ánimo recaudatorio. Esto implica que quizás, el gobierno debería ser consciente del trabajo que implica el mantener una fuente de empleo con empleados (valga el pleonasmo).

Mariano Esparza es Socio Director de Esparza Molina Abogados, S.C. Cuenta con Maestría en Derecho Corporativo Internacional por la Universidad Iberoamericana con más de veinticuatro años de experiencia como abogado de empresa. Es miembro de la International Bar Association y de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa. Correo: [email protected]