La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que el gobierno de Estados Unidos levantó las restricciones relacionadas con el virus rugoso (ToBRFV en inglés) para la entrada de tomate fresco mexicano, luego de cuatro años de alegatos técnicos.
A partir de este lunes, los productores mexicanos que exportan el fruto a Estados Unidos no requieren incluir un certificado de inspección en sus embarques, lo que facilita y agiliza el cruce fronterizo, informó la dependencia a cargo de Víctor Manuel Villalobos.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) señaló que en razón del análisis de la información que realizaron especialistas fitosanitarios estadounidenses, el Departamento de Agricultura emitió una orden que establece la regulación solamente para la importación de material propagativo de tomate y pimiento, incluyendo las semillas, y excluye al producto fresco.
El 3 de junio de 2020, el departamento actualizó los requisitos fitosanitarios para la importación de hospederos de ToBRFV, y estableció que los productores mexicanos debían acompañar sus embarques con un certificado que señalara que su producto fue inspeccionado y no presentaba síntomas del virus rugoso.
Adicionalmente, el certificado debía incluir fecha de inspección, nombre, título y firma de la persona emisora, así como los nombres y direcciones del productor y empacadora.
Desde la implementación de la orden por parte de Estados Unidos, el SENASICA inició conversaciones con la autoridad sanitaria para solicitar la reconsideración de las medidas, con el argumento de que la fruta fresca no es una vía de diseminación del ToBRFV, ya que el uso previsto es el consumo en fresco y no la reproducción.
La dependencia mexicana indicó que los frutos con síntomas de virus rugoso del tomate no representan riesgo para el consumo humano ni merman el valor de la cosecha.
Agregó que el tomate es la hortaliza de mayor importancia a nivel nacional e internacional, debido a su amplio consumo, al área cosechada y al valor económico de la producción.
Indicó que la industria del tomate genera más de 400 mil empleos directos y un millón de empleos indirectos en el país. Con una producción superior a 3 millones 461 mil 766 toneladas, México es el octavo productor mundial de tomate. Los principales estados productores son Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco, Baja California Sur y Zacatecas.
Añadió que además de abastecer el mercado interno, los productores mexicanos exportan más de un 1.8 millones de toneladas de tomate a diferentes destinos, entre ellos, Estados Unidos, Canadá, Japón, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos y Brasil.
Con información de Forbes.