El periodo de elecciones en México ha concluido y ya sabemos quien definirá el rumbo de nuestro país por los siguientes seis años. El clima político es factor en uno de nuestros principales socios comerciales, Estados Unidos, situación que no puede pasarse por alto cuando a Inversión Extranjera Directa (IED) se refiere.
Antecedentes en tema de nearshoring hay muchos en nuestra entidad, donde desde principios de los 90’s hemos sido testigos del beneficio que la Inversión Extranjera (IE) genera en muchos y muy variados campos.
Pero, ¿en realidad estamos aprovechando la “nueva” ventana de oportunidad que el nearshoring brinda?
Como sabemos, el nearshoring no es solo un tema geográfico, existen otros factores que apoyan al desarrollo de la IE y por ello resulta necesario el que se tomen en consideración, a efecto de que México pueda aprovechar al máximo –una vez más- los beneficios que el nearshoring ofrece.
Como primer punto, México tiene un tema de infraestructura; resultará necesario que el gobierno federal, estatal y municipal trabajen en conjunto en este tema, pues poco podremos avanzar si nuestro país no ofrece al inversionista medios idóneos que faciliten el desarrollo de su inversión.
Otro punto es la seguridad en vías terrestres, lo cual también debe ser prioridad. La cercanía con Estados Unidos de poco nos servirá, si el inversionista debe considerar como parte de su “gasto corriente” soportar pérdidas por robos, percances y siniestros.
De igual forma no podemos olvidar los recursos naturales. La posibilidad de enfrentar situaciones por escasez de agua o energía son todo un tema cuando se realizan proyecciones a más de 6 años, y dichos recursos deben ser suficientes para la población en general así como para las empresas con IE; desafortunado será entonces que la nueva administración continúe con políticas alejadas del apoyo a plantas de energías limpias o renovables, cuando para muchas empresas inversionistas contribuir con la eliminación de la huella de carbono se ha convertido en prioridad.
La educación y con ella el fomento del talento humano también es clave para cumplir con la demanda técnica que la IE requiere, aunado al desarrollo de nuevas tecnologías, que seguramente profesionistas de la ingeniería de nuestro país podrán cubrir, si cuentan con facilidades tendientes a su constante capacitación.
Definitivo, hay mucho por hacer, estos son solo factores que considero apremiantes para atraer (o retener) IE en nuestro país y por ende, deben ser prioritarios para la nueva administración federal; sin embargo, no puedo dejar de mencionar que, aún y cuando se logre cumplir con las expectativas de los inversionistas en cuanto a los factores ya mencionados, de nada servirá si pasamos por alto contar con un sistema legal congruente que brinde certeza y seguridad a los inversionistas de que su capital, no sólo será incrementado por la infraestructura y beneficios que brinda nuestro país, sino porque México tiene leyes que protegen su inversión. Mientras no logremos generar un ambiente de tranquilidad en los inversionistas, nuestra inversión nacional (reflejada en todo lo que mencioné, realizada con nuestros impuestos), de poco nos servirá.
El beneficio que brinda la IED, (no solo para los inversionistas extranjeros, sino para todos los que viven en la entidad que capta dicha inversión) están comprobados y las reformas constitucionales (incluidas aquellas relacionadas al Poder Judicial) son un hecho, por ello, coincido en que nuestro acercamiento a las autoridades en temas de autorizaciones, permisos, etc., requeridos para que la IE opere en nuestro país debe ser diferente; el trabajo conjunto entre Asociaciones y Cámaras de la Industria/Comercio/Servicios con las Secretarías de Economía, Hacienda y de Desarrollo Económico serán clave, y la abogacía que asesora en estos temas debe sumarse como un engrane importante para facilitar los canales de comunicación en pro de la IE. En el tema que nos ocupa debemos de dejar de ser frontales contra las autoridades y cambiar el enfoque a ser aliados en beneficio de México, de la Inversión, de todos.
M.D.C.I Mayra J. Acosta Chávez
Licenciada en Derecho y Maestra en Derecho Corporativo Internacional.
Socia fundadora y Directora General de la firma A & M Asesoría Corporativa, S.C.
Cuenta con experiencia de más de 24 años como asesora en materia Corporativa y
Fiscal Empresarial.
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