Por Nidia Fajardo

Previo a la Reforma Fiscal aplicable a 2022, las empresas maquiladoras en México tenían la opción de solicitar un APA (Acuerdo de Precios Anticipado) o apegarse a la metodología del Safe Harbor, para cumplir con las legislaciones inherentes a Precios de Transferencia. A partir de 2022, se elimina la opción del APA, quedando como única opción la implementación del Safe Harbor, una medida que, además de disminuir cargas administrativas para las autoridades fiscales, implicarían una mayor recaudación a favor del fisco.

Siendo 2024 el último ejercicio en el cual las maquiladoras pudieron haber solicitado un APA, el año 2025 representa un desafío fiscal significativo, siendo ahora el Safe Harbor la única opción disponible conforme a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR). Este cambio representa un momento crucial para estas entidades, ya que desempeñan un papel vital en los sectores de manufactura y exportación del país. A continuación, exploramos los detalles y las implicaciones de este reto fiscal:

Entendiendo el Safe Harbor

La provisión de Safe Harbor bajo la LISR permite a las maquiladoras determinar su ingreso gravable basado en una serie de reglas y normas específicas, que dan por resultado el de reportar al fisco la utilidad fiscal que resulte de comparar la utilidad con base a costos y gastos incurridos en el proceso de maquila o la utilidad con base a los activos fijos utilizados en el proceso de maquila; esto, en lugar de a través de los métodos tradicionales de Precios de Transferencia. Esta disposición, según la autoridad, está diseñada para simplificar el proceso de cumplimiento fiscal y proporcionar un marco jurídico claro a seguir. Sin embargo, la dependencia exclusiva de Safe Harbor en 2025 introduce nuevos desafíos y consideraciones para estas empresas.

Implicaciones para las Maquiladoras

  1. Recursos y Carga Administrativa: Aunque el Safe Harbor tiene como objetivo simplificar los cálculos fiscales, el requisito de adherirse estrictamente a esta disposición puede aumentar la carga administrativa de las maquiladoras. Las empresas necesitarán asegurar un cumplimiento meticuloso con la fórmula de Safe Harbor, lo cual podría requerir recursos y conocimientos adicionales.

  2. Impacto Financiero Potencial: La provisión de Safe Harbor podría resultar en un ingreso gravable más alto para algunas maquiladoras en comparación con lo que reportarían utilizando métodos de Precios de Transferencia. Esto podría llevar a mayores obligaciones fiscales, impactando la salud financiera y la rentabilidad de estas empresas.

  3. Ajustes Estratégicos: Las maquiladoras tal vez necesitarán reevaluar sus estrategias operativas y financieras para alinearse con los requisitos de Safe Harbor. Esto podría implicar la reestructuración de la asignación de costos, estrategias de precios y transacciones interempresariales para optimizar su posición fiscal bajo el nuevo marco.

Navegando la Transición

Para navegar efectivamente la transición a Safe Harbor como la única opción, las maquiladoras deben tomar medidas proactivas:

  1. Colaborar con Expertos Fiscales: Colaborar con expertos fiscales especialistas en la industria maquiladora será crucial. Estos profesionales pueden proporcionar orientación sobre las complejidades de Safe Harbor y ayudar a las maquiladoras a desarrollar estrategias de cumplimiento robustas.

  2. Mejorar los Controles Internos: Fortalecer los controles internos y los sistemas de reporte fiscal será esencial para asegurar el cumplimiento preciso y oportuno con los requisitos de Safe Harbor. Las maquiladoras deben invertir en tecnología y capacitación para optimizar sus procesos fiscales.

  3. Monitorear Cambios Regulatorios: Mantenerse informado sobre los posibles cambios en la LISR y las disposiciones de Safe Harbor es vital. Las maquiladoras deben participar activamente en asociaciones industriales y colaborar con autoridades gubernamentales para abogar por condiciones regulatorias favorables.

Conclusión

El desafío fiscal planteado por la dependencia exclusiva de Safe Harbor en 2025 representa un momento decisivo para las maquiladoras en México. Aunque la provisión ofrece un marco de cumplimiento fiscal simplificado, también trae consigo nuevas complejidades e impactos financieros potenciales. Al tomar medidas proactivas y aprovechar la orientación de expertos, las maquiladoras pueden navegar esta transición y continuar prosperando en el dinámico panorama manufacturero de México.

*Nidia Fajardo es Gerente de Precios de Transferencia en Oficina Tijuana.

Con 9 años de experiencia en Precios de Transferencia y Comercio Exterior, su experiencia profesional se ha enfocado en el cumplimiento para el sector maquilador, así como sectores como manufactura, comercial y otros servicios.

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