- La presión por parte de diferentes grupos empresariales de EU ha comenzado a surtir efecto en la política comercial.
El presidente de EU, Donald Trump, está considerando eximir a ciertos productos agrícolas de los aranceles impuestos a Canadá y México, en un intento por aliviar las tensiones comerciales. Esta posible medida se suma a la decisión anunciada este miércoles de posponer por un mes los aranceles a las importaciones de automóviles provenientes de ambos países, tras las presiones de líderes de la industria automotriz.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, confirmó que la administración está evaluando exenciones específicas para productos como la potasa y los fertilizantes, esenciales para la producción agrícola en EU.
En este contexto, la Casa Blanca anunció ayer también que los fabricantes de automóviles tendrán un mes de gracia antes de que entren en vigor los nuevos aranceles a las importaciones de vehículos provenientes de México y Canadá. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, explicó que esta decisión responde a las solicitudes de las empresas asociadas al T-MEC.
Funciona presión
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señaló que la pausa en los aranceles se debe, en parte, a la presión de distribuidores, restaurantes y autoservicios que enfrentan una menor demanda debido al aumento de precios.
“México es el mayor comprador de maíz, trigo, soya, arroz, cerdo, pollo y leche de EU. Si México decide tomar represalias, el impacto sería severo”, advirtió Anaya.
Por su parte, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) de México advirtió que los aranceles podrían tener “graves repercusiones” para al menos 12 productos del campo, incluyendo aguacate, tomate y berries.
“Esto es un suicidio para la seguridad alimentaria de México”, afirmó la UNTA, quien también alertó sobre el riesgo de desempleo para más de 200 mil jornaleros agrícolas.
César Ocaña, director de NexusAgronegocios, subrayó que los aranceles podrían desencadenar una recesión en el sector rural mexicano, afectando exportaciones por más de 54 mil millones de dólares.
“México enfrenta una crisis económica de gran magnitud si no se toman medidas inmediatas”, y urgió a diversificar mercados y fortalecer la producción interna.
En riesgo, notas de firmas
Fitch Ratings advirtió que los nuevos aranceles estadounidenses del 25 por ciento impuestos a los bienes mexicanos y las incertidumbres en torno a las relaciones comerciales “empeoran significativamente el entorno empresarial para las empresas mexicanas, exacerbando las preocupaciones macroeconómicas y amenazando las perspectivas de deslocalización de México”.
En un análisis, la firma calificadora de riesgo crediticio precisó que los sectores diversificados de la industria y el automóvil se verán afectados de manera más directa, y los emisores que ya tienen perspectivas de calificación negativas serán los más vulnerables.
“Una recesión interna cada vez más probable afectaría ampliamente a otros sectores corporativos, como la construcción de viviendas, la construcción y el comercio minorista discrecional. La continua depreciación de la moneda tendría efectos más idiosincrásicos, dependiendo del desajuste cambiario entre la deuda y la generación de EBITDA, y los emisores centrados en el mercado interno probablemente se verían más afectados negativamente”, señaló.
En este sentido, Paul Ashworth, economista jefe para América del Norte de Capital Economics, consideró que la exención de un mes para la aplicación de aranceles a las firmas automotrices es una “decepción” frente a las expectativas de un alivio más amplio.
Con información de: El Financiero