- El año pasado, a nivel global, el valor de los pagos con código QR llegó a los 2.11 billones de dólares.
- Debido a la adopción, el bajo costo de implementación y la limitada bancarización, los comercios minoristas ven al código QR con elevadas expectativas.
- Antonio Peláez, CEO de Dapp cuenta cómo ve el futuro de los pagos en México y el mundo.
El código QR (Quick Response) es la puerta hacia los pagos del futuro en México y el mundo. Pese a ser una tecnología que cumplirá, en 2024, sus primeros 30 años, hoy es la guía en la evolución de pagos.
El año pasado, a nivel global, el valor de los pagos con código QR llegó a los 2.11 billones de dólares. Las estimaciones de la consultora Juniper Research indican que este valor crecerá 500,000 millones de dólares los siguientes tres años, hasta 2.71 billones de dólares.
El incremento en los pagos llega acompañado de más adopción. De acuerdo con la misma consultora, se superará los 2 mil 200 millones de usuarios —de pagos con código QR— en 2025, comparado con los 1,500 millones, de 2020. Lo anterior equivale a 29 por ciento de todas las personas con teléfonos móviles del mundo.
América Latina es una de las regiones que verá un fuerte aumento los siguientes años. Si bien, en 2021 el valor de pagos con código QR fue de 582 millones de dólares, se espera que crezca 36 veces hasta 21,000 millones de dólares, en 2025. Para el mismo año, el número de transacciones con esta tecnología se disparará 3 mil 500 por ciento.
Debido a la adopción, el bajo costo de implementación y la limitada bancarización, los comercios minoristas ven al código QR con elevadas expectativas.
Las expectativas responden a un bajo nivel de contracargos, que son las disputas entre clientes, comercios o bancos sobre ciertos cobros. Como referencia, hace un par de años el volumen de estos, en México, fue de 20,000 millones de dólares, que terminan por ser pagado por los usuarios o establecimientos.
El futuro de los pagos va más allá del QR
El futuro de los pagos trasciende el código QR. Hace unos años era impensable ingresar a nuestra banca, donde está nuestro dinero, sin contraseñas y sin huella digital. Ahora, es tan sencillo como acomodar el dispositivo como si nos fuéramos a tomar una selfie, sin movernos unos segundos y estamos dentro.
Con este precedente, cada día será más común pagar con ‘nuestra cara’ o nuestro iris, gracias a los dispositivos móviles y la tecnología que tenemos en nuestras manos.
Incluso, los pagos van más allá. No será sorpresa instalar un software en nuestro vehículo, que se vincule a nuestra wallet y así pagar cuando vayamos a la gasolinera, pasemos por una caseta o compremos un café o comida, a través del drive thru.
Pero, por qué no llevar este concepto —que pronto será realidad— a nuestro día a día. Ir a nuestra tienda de autoservicio o de conveniencia, seleccionar lo que nos vamos a llevar y simplemente salir. El cargo se hace de manera automática.
Esto último se conoce como “seamless” y empresas como Amazon, a través de su división Amazon Go, ya lo implementan.
El interés por estas nuevas tecnologías tiene un fuerte respaldo. El valor de mercado mundial de pagos sin contacto fue de 1.2 billones de dólares en 2019; para el 2027, se espera que llegue a 5.4 billones de dólares.
*Antonio Peláez es cofundador y actual CEO de dapp, la carretera de pagos móviles más moderna de México. Además, es cofundador y ,desde hace 13 años, es CEO de Kite Ideas, agencia de publicidad. Fiel a su espíritu emprendedor, Antonio ha sido fundador y CEO de emprendimientos como: Dgtal Group y Afuerita.
Con información de Business Insider México.