- El organismo pide al Gobierno de Biden eliminar los aranceles impuestos en los últimos años
El camino es estrecho, pero existe. El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que Estados Unidos puede evitar una recesión y que si la sufre, será corta, aunque endurezca su política para controlar la inflación. No obstante, admite que los riesgos están ahí, son crecientes y se acentúan en 2023 y da por hecho un fuerte frenazo de la economía. En la presentación de las conclusiones de su análisis anual de la economía estadounidense, el Fondo ha rebajado las previsiones de crecimiento para Estados Unidos. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo, pide que se tomen las medidas necesarias para reducir la inflación, entre ellas, la eliminación de los aranceles impuestos en los últimos años.
“Esperamos que la economía estadounidense se ralentice”, ha dicho este viernes Georgieva. “Somos conscientes de que se está estrechando el camino para evitar una recesión. También tenemos que reconocer la incertidumbre de la situación actual. La economía sigue recuperándose de la pandemia y se están produciendo importantes sacudidas derivadas de la invasión rusa de Ucrania y de los confinamientos en China. Otros choques negativos harían inevitablemente más difícil la situación”, ha añadido.
EL FMI ha rebajado sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos desde el 3,7% hasta el 2,9% este año; desde el 2,3% al 1,7% para el próximo, y espera que en 2024 el crecimiento sea de solo el 0,8%, para ir retomando vigor los dos años siguientes. Tanto Georgieva como los economistas del Fondo han subrayado este viernes la fortaleza de la economía estadounidense, y su esperanza de que se produzca el aterrizaje suave que busca Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, pero han admitido la alta incertidumbre sobre el futuro.
El propio Fondo reconoce en las conclusiones de su análisis lo complicada que está la situación. “Es evidente que hay mucho en juego. Un error en la combinación de políticas -en cualquiera de los dos sentidos- provocará considerables costes económicos en el país y repercusiones negativas en la economía mundial”, dicen sus economistas. Una respuesta demasiado enérgica, afirman, conlleva el riesgo de desencadenar un brusco endurecimiento de las condiciones financieras y una recesión en Estados Unidos, lo que generaría repercusiones negativas en la economía mundial. Sin embargo, un cambio insuficiente de las políticas “correría el riesgo de provocar un período prolongado de alta inflación que requeriría medidas aún más fuertes, y económicamente más costosas, en el futuro”, dice su informe.
Dentro de ese estrecho camino, el FMI se muestra optimista con que la subida de tipos de interés oficiales hasta el entorno del 3,5%-4% que prevé la Reserva Federal “debería crear un endurecimiento de las condiciones financieras que devolverá rápidamente la inflación al objetivo”, según la directora gerente del Fondo. En sus proyecciones, el organismo cree que el ritmo de subida de precios será ya de solo el 2% a finales de 2023, frente al 8,6% actual.
“El éxito [al contener la inflación] será beneficioso para el crecimiento global, pero un poco de dolor para llegar a ese éxito puede ser un precio necesario a pagar”, ha señalado Georgieva.
Georgieva ha animado a contribuir con todo lo posible para aliviar las restricciones de oferta. “Como primer paso, la Administración debería retirar los aranceles introducidos en los últimos cinco años (incluidos los del acero, el aluminio y una serie de productos importados de China). Esto apoyaría el crecimiento y ayudaría a reducir la inflación”, asegura el organismo.
“Durante nuestras conversaciones, las autoridades han subrayado su compromiso con un sistema de comercio internacional abierto, transparente y basado en normas”, ha dicho Georgieva en una rueda de prensa telemática. Y ha añadido: “En este contexto, especialmente en un momento en el que la inflación es alta y las cadenas de suministro están tensas, podemos ver claros beneficios en la reducción de los aranceles que se introdujeron en los últimos cinco años”.
El organismo también recomienda a Estados Unidos aumentar la resistencia de sus cadenas de suministro, con una mayor diversificación del abastecimiento de insumos en los distintos países, la mejora de infraestructuras, la logística y los sistemas de información, y la reducción de los costes comerciales. Pero advierte de que no se utilicen esas políticas para favorecer a los productores nacionales en detrimento de los extranjeros o para crear incentivos que fragmenten el sistema comercial mundial.
En política fiscal, Georgieva ha dicho que el FMI apoyaba firmemente el paquete de estímulos de 1,9 billones de dólares de gasto social y climático propuesto por el presidente Joe Biden. La falta de apoyo en el Congreso “representa una oportunidad perdida”, ha dicho.
La igualdad de género es buena para la economía, dice Georgieva
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ha evitado este viernes analizar los efectos que puede tener para la economía de Estados Unidos el fallo del Tribunal Supremo sobre el aborto, pero sí ha querido recalcar que «la igualdad de género es buena para la economía», según informa Efe. En una rueda de prensa telemática en Washington, horas después de que el Supremo revocase la protección constitucional del derecho al aborto en Estados Unidos, Georgieva fue preguntada por este asunto y declinó comentar «una decisión judicial interna» de este país.
Sí ha dicho, no obstante, que el punto de vista institucional del Fondo en lo que se refiere al empoderamiento de la mujer está basado en «años de investigación» y es «muy claro: la igualdad de género es buena para la economía». «Seguiremos trabajando para que los legisladores de todas partes entiendan» que dicha igualdad no es solo «una cuestión de derechos» sino que también está «directamente relacionada con el desarrollo económico».
Como ejemplo ha señalado que en su informe sobre la economía estadounidense reconocen que hay efectos demográficos «negativos» en el mercado de trabajo que están afectando a la fuerza laboral. Por eso ha defendido que haya medidas que incentiven la incorporación al mercado de trabajo, y eso incluye «hacer más propicio y fácil para las mujeres» integrarse en dicho mercado.
FUENTE: EL PAÍS