Después de hilar tres meses de creación de puestos de trabajo, el mercado laboral reportó una caída de medio millón de plazas en mayo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En el corto plazo, el entorno de generación de oportunidades de trabajo se percibe aún más desafiante por diversos factores que podrían afectar el crecimiento en los niveles de ocupación.
Para Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte, la primera señal de riesgo es la nueva ola de Covid-19 en nuestro país, dado las afectaciones en los niveles de empleo que se han observado en picos anteriores. Aunque el especialista apuntó que el avance de la vacunación, la evidencia de síntomas menores y un aumento estable en los casos pueden matizar el impacto de este nueva alza de contagios en el mercado laboral.
“Como tal, esto puede actuar sólo como un lastre relativo en términos de ganancias adicionales en empleo, sin causar totalmente una pérdida de plazas”, opinó Juan Carlos Alderete.
Para Marcos Daniel Arias Novelo, el pronóstico de saldo positivo en el corto plazo también es reservado. El analista económico de Monex consideró que “la economía se enfrenta a un cambio de tendencia y será difícil que los resultados de los próximos meses sean tan buenos como se dieron hasta abril”.
Desde la óptica de Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, aunque el alza de contagios sigue posicionándose como factor de riesgo para el mercado laboral, la generación de empleo podría verse afectada en mayor medida por la alta inflación.
“La alta inflación merma la capacidad de consumo, las personas compran menos y eso también genera en las empresas cierta cautela e incertidumbre. Por otro lado, la inflación productor sigue estando en niveles elevados, mucho más que la inflación al consumidor, y eso termina también afectando la generación de empleo”, explicó la especialista.
En ello coincidió Juan Carlos Alderete, pues la inflación sigue afectando tanto el costo de los insumos para los productores como el ingreso de los consumidores, lo que puede ocasionar un efecto negativo en la producción y, por lo tanto, en el empleo.
En un punto de vista positivo, el especialista confía que “después de este periodo, debería prevalecer el apoyo de la recuperación general, lo que ayudaría a consolidar las condiciones de empleo y probablemente generaría ganancias adicionales durante el resto del año”.
EU, factor que no hay que perder de vista
En el corto plazo, los factores externos siguen como riesgo latente para el mercado laboral. “A la incertidumbre también se agrega la posibilidad de una recesión económica en Estados Unidos”, expuso Gabriela Siller.
La opinión de Juan Carlos Alderete es similar, las señales en Estados Unidos son negativas y apuntan a una recesión, lo que contrasta con el panorama de la manufactura en China, donde a pesar del impacto del confinamiento por el alza en contagios de Covid-19, hay un escenario favorable. En ese sentido, las señales de actividad económica son mixtas.
¿Qué está pasando en Estados Unidos? Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA México, explicó que “las recesiones ocurren porque las tasas de interés de corto plazo de la FED determinan el nivel de todas las tasas en la economía: el alza de tasas de la FED implica mayores tasas para el crédito a las empresas, para los créditos hipotecarios y los de consumo”.
Esto implica que las personas compran menos bienes porque el crédito se encarece, las empresas toman menos deudas y reducen su inversión. Con una inflación del 8.6 por ciento y una tasa de desempleo de 3.6 por ciento es probable que la FED mantenga el ciclo de subidas en las tasas de interés. “Una recesión en Estados Unidos es el escenario más probable y ello implicaría una desaceleración del crecimiento en México”, señaló el especialista.
Con información de El Economista.