Como anticipó el mercado, el banco central subió por segunda vez consecutiva su tasa clave en 75 puntos base para llevarla a 8.50 por ciento, el mayor nivel desde que inició su política de tasas por objetivos, en 2008.
Para el tercer trimestre del año, la proyección de inflación del banco central pasó de un promedio de 8.1 por ciento a 8.5 por ciento a tasa anual, lo que implicaría que el punto máximo del indicador para este año se alcanzaría entre agosto y septiembre.
Los nuevos pronósticos de un nivel de 8.5 por ciento para el tercer trimestre abren la posibilidad de que entre agosto y septiembre se alcance su máximo para el año, cercano al 8.70 por ciento, un nivel “bastante elevado”, de acuerdo con Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.
“Lo que ellos (los integrantes de la Junta de Gobierno) están viendo es que una vez que se alcance ese pico el descenso será más lento de lo que estaba estimando el mercado, y están creando expectativas de que la inflación al cierre de 2022 se va a ubicar en un nivel cercano a 8.15 por ciento”, añadió.
La inflación general en julio se ubicó en 8.15 por ciento, la tasa anual más alta desde diciembre de 2000, lo que implica destinar más parte del ingreso para la compra de bienes y servicios.
“Los niveles de inflación como los que está pronosticando Banco de México, anticipan meses difíciles para la población en general porque sí están viendo presiones en los rubros de alimentos y bebidas, pero también un incremento generalizado en todos los bienes”, añadió el economista.
“(La inflación) seguirá lastimando a los ingresos de los ciudadanos porque ya les alcanza para menos; lo que puede provocar que sean más cuidadosos” en sus compras, agregó Jorge Arturo Gordillo Arias, director de Análisis Económico y Bursátil en CIBANCO.
Subida de tasa, un mal necesario
Las alzas de tasa buscan desincentivar la demanda de bienes y servicios al elevar el precio del dinero, pues el sistema financiero mexicano toma como referencia los movimientos de la institución para aplicarlos en sus productos financieros.
“La intención del banco central al aumentar tasas es tratar de desincentivar el consumo actual que está generando escalada de precios en la mayoría de los productos y servicios del país”, acotó Gordillo Arias.
El costo de no pasar por este mal necesario, apuntó Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de Bolsa, es que si no se suben tasas podría resultar que el entorno inflacionario continúe por muchos años más de lo previsto hasta ahora.
“Es como una medicina. Se tiene que inyectar, y ¡qué horror!, pero pues ya tienes la enfermedad y es mejor que te la curen ahorita con una inyección y no te tengan que meter después al hospital. Es un poco el símil”, ejemplificó.
Más alzas, pero con más moderación
Los analistas coincidieron en que el tono del comunicado de política monetaria publicado el jueves da señales de que para las siguientes decisiones del año seguirán los aumentos, pero serán más moderados, es decir, con alzas de entre 50 y 25 puntos base a la tasa de referencia de la entidad central.
Riesgos para las actualizadas previsiones de inflación
Factores al alza se mantienen sin cambios:
Persistencia de la subyacente en niveles elevados
Presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia
Que continúen las presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto en Ucrania
Depreciación cambiaria
Presiones de costos
Factores a la baja:
Desaceleración de la economía mundial mayor a la anticipada*
Disminución en la intensidad de la guerra
Mejor funcionamiento de las cadenas de suministro
Efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto
Efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y la Carestía
*En el anuncio anterior no estaba incluido. Es ahora el principal determinante de observarse una menor inflación.
Con información de 24 Horas.