Una buena noticia para los trabajadores mexicanos no sindicalizados es que en 2023 podrían recibir un aumento de sueldo de hasta 7.5 por ciento, sin embargo, la mala es que estará por debajo de la inflación registrada hasta ese periodo.
Se estima que los salarios suban entre 6.5 por ciento y 7.5 por ciento el próximo año a nivel nacional, siendo la zona del Bajío la que reporte la mayor alza de salarios, de acuerdo con una encuesta realizada por AON, una empresa dedicada a los servicios profesionales.
La encuesta recabó las opiniones de 476 empresas a nivel nacional de las industrias automotriz y autopartes, manufactura, alimentos y bebidas, energía y Oil & Gas, entre otras.
Para personas sindicalizadas, los sueldos podrían tener un incremento de hasta 8 por ciento y 0.6 por ciento más en prestaciones como el aguinaldo y la prima vacacional, señala AON. Enero y febrero serán los dos meses en que este tipo de trabajadores negocie el incremento.
Pese a que los aumentos parecieran una buena noticia para los trabajadores, la realidad es que el entorno inflacionario en México nubla el panorama. La reciente encuesta de Expectativas Citibanamex estima que la inflación cierre el año en 8.37 por cineto y el Banco de México prevé que en el primer trimestre sea de 7.1 por ciento.
Además, figuras como la subgobernadora de BANXICO, Irene Espinosa, han alertado que altos niveles de inflación pueden perjudicar las negociaciones de aumentos de sueldo en los siguientes meses.
El salario mínimo también apunta a un aumento en 2023
Tanto el Banco de México como el grupo financiero Banorte anticipan que el salario mínimo subirá 20 por ciento en 2023. La CONASAMI ha dicho que para 2024 el salario mínimo alcance los 260 pesos, lo que implicaría un crecimiento de 50.4 por ciento en dos años respecto al nivel actual de 172.87 pesos.
“A pesar de que las negociaciones todavía no inician formalmente, anticipamos un ajuste cercano o ligeramente mayor a 20 por ciento considerando la historia reciente”, apuntó Banorte.
La institución señaló que el aumento en el salario mínimo presionará los costos para las empresas provocando un “viento en contra” para la rápida disminución de la inflación.
Con información de Revista Expansión.