El dinero público que se prevé destinar el próximo año para el desarrollo de infraestructura, como carreteras, vías de comunicación, puertos y aeropuertos, apunta a un monto récord, no visto desde 2012.
¿En qué se gastará?
Este dinero se destinará principalmente a la construcción del Tren Maya y el desarrollo del istmo de Tehuantepec. Proyectos hidráulicos como Agua Saludable para la Laguna, la presa Santa María, la ampliación del distrito de riego del pueblo yaqui, la presa Zapotillo y el acueducto El Cuchillo 2.
También a proyectos carreteros y de conectividad, como la construcción del tren México-Toluca, la conexión de la zona oriente del Valle de México, las autopistas Mitla-Tehuantepec, Barranca Larga-Ventanilla, Real del Monte-Huasca y Portezuelo-Ciudad Valles, así como la construcción de caminos rurales, de mano de obra en Guerrero, Oaxaca y Sonora, entre otros.
Del sector energético se encuentran la rehabilitación de refinerías y los proyectos de exploración y producción del hidrocarburo, así como de conectividad, a través de instalación de torres y antenas para la cobertura de red celular para CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos.
Puede ser mejor
“Para 2023 vemos una cantidad importante para la inversión; sin embargo, creemos que pudo haberse mejorado, sobre todo la calidad del destino de la inversión, México necesita mucho apoyo en infraestructura para promover a inversionistas mexicanos y extranjeros privados, no es suficiente, sobre todo el destino que se le está asignando para 2023”, comentó Alejandro Hernández, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Destacó que la inversión pública es clave para la reactivación económica y atraer inversión privada de las empresas mexicanas y extranjeras.
Un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) detalla que el gasto en inversión sería 15.6 por ciento mayor respecto del aprobado en 2022, aunque 9.5 por ciento menor al ejercido en 2021.
El gasto en inversión propuesto representa 3.8 por ciento del PIB y 14.3 por ciento del gasto total. Es menor al 4 por ciento del PIB recomendado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para el alcance de los objetivos de desarrollo sostenible, destaca el CIEP.
“Para tener un mayor impacto en la economía, el desarrollo humano y el cierre de las brechas de género, el incremento en la inversión pública debe estar acompañado de un fortalecimiento en los ingresos públicos y dotar de sostenibilidad fiscal a los recursos destinados a obra pública”, detalla el documento Implicaciones del Paquete Económico 2023, del CIEP.
Así va 2022
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para este año se aprobaron 863 mil 175 millones de pesos para inversión física. Hasta el cierre de agosto, se habían ejercido 531 mil 626 millones de pesos, lo que corresponde a 62 por ciento de todo lo programado.
“Si bien es cierto que hubo inversión, creemos que pudo mejorarse mucho el destino, está muy concentrado en proyectos que no tienen un retorno como lo que se esperaba, y sobre todo que pueda motivar la inversión del sector privado”, refirió Hernández.
Jessica Roldán, vicepresidenta del Comité Técnico Asesor del Indicador IMEF, consideró que se tiene un factor positivo para la inversión por la recomposición de cadenas de suministro que llegó con la pandemia, pero este debe reforzarse con seguridad y reglas claras.
“Tenemos que pensar en la inversión pública como detonador y círculo virtuoso, también para la inversión privada, mientras el mal entorno para hacer inversión, y la inseguridad en temas de contratos, no sean resueltos de manera más contundente, no podremos ver el efecto o círculo virtuoso”, opinó Roldán.
Con información de Revista Expansión.