Ante el inminente crecimiento del país, la IP prevé que el nuevo gobierno, el cual arrancará el próximo año, tendrá que abrir de nueva cuenta todo el sector energético, tal como se estaba haciendo con la reforma energética de 2013.
Régulo Salinas, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), indicó que ya se empiezan a ver cuellos de botella en diferentes áreas del sector energético, como es en la generación eléctrica y la distribución de petrolíferos, por lo que urge reactivar la participación e inversiones de los privados, sobre todo en un contexto de la demanda de empresas que están llegado al país por el nearshoring.
“La nueva administración, cualquiera que llegue va a tener que ser más pragmática y va a tener que volver a abrir el sector, precisamente para asegurar que el país tenga la energía que se requiere, ya sea en electricidad o petrolíferos”, señaló a medios.
Destacó que el cambio en la política pública del sector energético en México por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue básicamente frenar la reforma del sexenio pasado, lo cual se dio en diferentes grados, un extremo fue el del sector eléctrico, donde no pudo entrar nadie más, no ha habido permisos y se trató de modificar la constitución, al no poderse, se cambiaron la leyes secundarias de la Ley de la Industria Eléctrica, lo cual está suspendida por la lluvia de amparos que se interpusieron.
En petrolíferos también comenzaron a cancelar permisos, pero en hidrocarburos, sobre todo en la parte de gas natural no hubo mayor cambio, puesto que el gobierno, sólo cerró aquellas áreas donde veían a los privados como una amenaza para PEMEX y la CFE.
Para Regulo Salinas, la reforma del sexenio pasado estuvo orientada a beneficiar al consumidor, al haber una mayor oferta y competencia, mientras la política actual es para beneficiar a PEMEX y CFE.
Dijo que, en el caso del sector eléctrico, la reforma de 2013 permitió que hubiera fuertes inversiones en el que se dio de alguna manera una capacidad sobrada, y si hubieran seguido entrando inversiones, hubiera entrado energía competitiva y retirar las centrales que no lo son.
Pero al no haber nuevas inversiones se han comenzado a observar más alertas críticas en el sector eléctrico, como se observó en junio pasado en el pico de calor.
En la parte de exploración de hidrocarburos, principalmente de crudo, también se está llegando al punto en donde esas inversiones que fueron resultado de las rondas petroleras empiezan a terminar.
Respecto a este último tema, Merlin Cochran, director general de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), confirmó que la exploración por parte de privados se está frenando, pues los contratos están concluyendo, entre 2020 y 2022, tres fueron terminados anticipadamente y siete están en proceso de terminación y devolución, mientras que entre 2023-2024, 25 los contratos llegarán al final del período de exploración.
Ante esto hizo un llamado para que el gobierno reactive la asignación de áreas que aún se encuentran ociosas, pues hay un 52% de recursos prospectivos sin asignar.
Aseguró que si vuelven las rondas petroleras, los beneficios en los siguientes 20 años serían un ingreso estimado de 104 mil 523 millones de dólares para el Estado y 55 mil 190 millones de inversiones en contenido nacional.
Si México no abre estas oportunidades, las empresas se irán y se instalarán en otras partes del mundo, sentenció el director general de la AMEXHI, pues hay al menos 19 países que tienen abiertas licitaciones y una oferta de 1,374 bloques petroleros que en 2025, pueden aumentar a más de 4 mil.
Con información de Forbes.