El intenso calor hacia finales de mayo, y que se extendió a los primeros días de junio, y la falta de agua de riego afectaron la producción de los agroalimentos, lo que impulsó sus precios, coincidieron analistas financieros.
La sequía y el clima con temperaturas de más de 30 grados en la zona centro y que se disparó hasta los 40 grados en el interior de la República golpeó los cultivos de chayote, el tomate verde, la naranja, la guayaba, la lechuga y la col, el chile poblano y los ejotes, y hasta las hierbas como el cilantro y el epazote escasearon por temas ambientales.
Al cierre de junio la inflación al consumidor tuvo un rebote de 0.38% para llegar a 4.98% a tasa anual. Se trata del cuarto aumento consecutivo principalmente por la presión de los alimentos frescos (no elaborados).
Un análisis realizado por Alejandro Saldaña del banco Bx+ proyectó que la inflación podría moderarse hasta el segundo semestre, pero hay aún riesgos al alza y un panorama incierto.
“Por lo tanto, prevemos que BANXICO mantenga la tasa de referencia en 11% en su decisión del siguiente mes”.
Citibanamex destacó que aunque en menor medida, también impactó la inflación el precio del sector vivienda y la gasolina.
La inflación subyacente anual disminuyó a 4.13%, y con cifras desestacionalizadas la subyacente mensual anualizada disminuyó a 3.3%, la menor cifra desde enero 2021, detalló un análisis de Iván Arias, director de análisis del banco.
“Estimamos que la inflación general anual retome una tendencia gradual a la baja en el 3T24 y mantenemos nuestras estimaciones para la inflación general anual y subyacente al cierre de 2024 en 4.4% y 4.5%, respectivamente, con riesgos balanceados”.
Arias comentó que la inflación anual retomará una tendencia a la baja en el tercer trimestre de 2024 y estiman que al cierre de este año se ubique en 4.4%.
“En meses recientes, la inflación general se ha ubicado moderadamente por arriba de su promedio de largo plazo de 4.5%, pero muy por debajo del pico post pandemia de 8.7% observado en agosto y septiembre de 2022, a la vez que el componente subyacente se mantiene en una tendencia a la baja”.
“Hasta ahora, la disminución registrada en este último componente ha respondido principalmente a la menor inflación de mercancías, pero en lo que resta del año no vemos condiciones para caídas significativas”.
En tanto, Alejandro Padilla de la dirección de análisis económico de Banorte abundó que considerando la dinámica reciente y algunos cambios en nuestra expectativa para los precios, “revisamos nuestro pronóstico para la inflación general al cierre de año a 3.34% (desde el 4.3% previo), aunque la subyacente puede estar más baja en 3.7% (previo 4.4%).
“Tenemos que poner atención a las minutas de BANXICO el jueves, esperando más información para los siguientes movimientos”, concluyó.
Con información de 24 Horas.