México sigue importando más de lo que exporta. Al primer semestre del año, el déficit comercial se ubicó en 5 mil 497 millones de dólares, monto relevante, porque ante un peso que se deprecia frente al dólar las compras en el exterior se ven afectadas.
 

Ramses Pech, analista de energía y economía de Caraiva y Asociados-León & Pech, señala que hay un escenario complicado para los próximos meses y para la administración de Claudia Sheinbaum, pues se espera un dólar más caro, con un promedio de 20 pesos y esto significa una inflación más alta.

Con una moneda mexicana más fuerte, las importaciones de alimentos, petroleras y bienes de consumo se abaratan, lo cual ayuda a reducir las presiones inflacionarias.

No obstante, analistas ven lejano que el peso vuelva a fortalecerse frente al dólar, luego de la sacudida con el “lunes negro”, el pasado 5 de agosto, lo que representa una presión para el alza de precios.Hasta ahora, lo que más preocupa es la inflación de los alimentos, la cual se ubicó en 7.98% anual en julio, por arriba de la inflación general de 5.57%.

Ignacio Martínez Cortés, Coordinador Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, dice que en las importaciones de consumo inmediato que son alimentos frescos y procesados es donde puede impactar a la inflación.

Las frutas, verduras y hortalizas, así como los lácteos y cierto tipo de cereales que se compran en el exterior se verían impactados por el tipo de cambio, y esto afectaría más a las familias con ingresos por arriba de los cuatro salarios mínimos.

Martínez Cortés refiere que, además de las importaciones de consumo inmediato, están los componentes, los bienes de capital y de uso intermedios, los cuales no tienen un impacto mayor en la inflación.

México importa cada vez más productos agroalimentarios, principalmente desde Estados Unidos, para satisfacer su consumo nacional como es el caso de la carne de puerco, el pollo y el maíz.

La carne de puerco registra un incremento real de 7% en el valor de las importaciones en el primer semestre del año, esto en comparación con el mismo periodo de 2023, de acuerdo con datos de BANXICO.

Mientras que el valor de las importaciones de la carne de ave y despojos, donde entra el pollo, ha crecido 2% en el periodo referido.

Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, explicó que también existe una presión para la inflación en el corto plazo por el precio de las hortalizas, cuya producción se vio afectada por el tema del clima extremo: sequía y lluvia en exceso. Además de incrementos en los precios del limón a causa de los paros de productores, como protesta por el cobro del derecho de piso por parte del crimen organizado.

No obstante, para el cierre de año se espera que al haber una mayor oferta de productos agrícolas por la temporada, los precios disminuyan.

Destacó que la apreciación del dólar frente al peso, también hace más competitivas las exportaciones mexicanas, pues son compradas por más pesos por dólar.

Combustibles al alza

Dentro del rubro de los energéticos, Pech apunta que ya se está viendo un impacto del alza de los precios de las gasolinas en la inflación, y si llega a registrarse un descontrol por cuestiones geopolíticas que no permitan contener los precios o bajarlos, va a ser muy complicado que la canasta básica se pueda mantener asequible, y en 2025 será difícil tener un ajuste salarial que mitigue precios tan altos.

“La paridad peso-dólar ha tenido un impacto muy grande aquí en México, y ha presionado al alza el precio de las gasolinas. En el entendido de que México importa un volumen importante de gasolinas para abastecer el mercado interno, desde luego que tiene un impacto en los precios del mercado nacional”, consideró Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors.

Martínez Cortés coincide que también la parte de gasolinas y diésel será un factor para tomar en cuenta, pues gran parte de lo que se consume en el país son importaciones, entonces el tipo de cambio en este rubro impacta de manera inmediata.

En México, las ventas internas de gasolinas y diésel promedian los 926 mil 800 barriles diarios de enero a junio de este año, y la producción interna de PEMEX es de 479 mil 700 barriles diarios, es decir que la mitad se tiene que importar.

Carranza explicó que el precio del diésel tiene una incidencia en los precios, pues es el combustible que es mayormente utilizado para la transportación de bienes de consumo, y también de personas.

Con información de Revista Expansión.