Este mes, dedicado a la concientización sobre esta enfermedad, es más que una oportunidad para hablar sobre la prevención y el diagnóstico temprano. Es también un espacio para honrar a quienes, con valentía y esperanza, han hecho de su lucha un símbolo de resistencia, y a quienes continúan inspirándonos con su fortaleza inquebrantable. Para muchas, este camino es un proceso lleno de incertidumbre, miedos y retos, pero también de amor, apoyo, familia y comunidad.

El cáncer de mama no discrimina. Atraviesa edades, profesiones, y estilos de vida, afectando no solo a las mujeres que lo padecen, sino también a sus familias, amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, en cada historia que escuchamos, encontramos un hilo común: el coraje. Un coraje que las impulsa a levantarse cada día, a seguir adelante incluso en los momentos más difíciles, a aferrarse a la esperanza y a los tratamientos, y a vivir con el espíritu de quien sabe que cada día es un regalo.

Pero el cáncer de mama no solo nos enseña sobre la enfermedad; nos enseña sobre el poder de la comunidad. Nos recuerda que somos más fuertes juntas, que el apoyo mutuo es clave, y que el amor tiene la capacidad de sanar en más de un sentido. A quienes han superado este desafío, a quienes aún luchan, y a las que lamentablemente ya no están con nosotros, rendimos homenaje.

La detección temprana salva vidas. Por eso, hoy hacemos un llamado a todas las mujeres a cuidarse, a conocer su cuerpo, a hacerse los exámenes preventivos y a buscar apoyo si lo necesitan. La información y la prevención son nuestras mejores armas en esta lucha.

En este mes de octubre, vistámonos de rosa no solo en señal de apoyo, sino como un recordatorio de que, aunque el camino sea duro, hay luz en la lucha, y juntas podemos  seguir generando conciencia para salvar más vidas.

Octubre nos recuerda en todo su esplendor el valor, la fuerza y la resiliencia de millones de mujeres alrededor del mundo que han enfrentado, o aún enfrentan, una de las batallas más desafiantes: el cáncer de mama.

Edith Verdejo es abogada de profesión, con una trayectoria de 28 años en Relaciones Públicas, ha colaborado para dependencias gubernamentales, para el sector privado en las áreas de Relaciones Públicas, Desarrollo Económico, Vinculación empresarial y Promoción Económica. Enriqueciendo su profesión en foros, diplomados.

Autora del libro En Las Relaciones Públicas Primero Yo.

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